Este pastel lo podemos tunear a nuestro antojo. Yo lo he hecho con unos filetes de colín que es un pescado muy suave pero podemos emplear merluza, bacalao, salmón... siempre que estén bien limpios de espinas. También podemos añadirle unas gambas peladas a la vez que el pescado.
Lo he hecho con pasta brisa que aguanta muy bien el relleno húmedo y no se rompe.
Para la bechamel he empleado una bebida de frutos secos de Vive Soy que le da un sabor muy rico pero se puede hacer con leche entera de vaca.
Relleno:
-un diente de ajo picado
-una cebolla grande picada
-4 filetes de pescado sin espinas
-una cucharada de harina todo uso
-una taza y media de leche
-sal y nuez moscada
-aceite de oliva virgen extra
Sofreímos el ajo unos segundos en una cazuela antiadherente. Añadimos la cebolla con una pizca de sal y la rehogamos hasta que esté prácticamente caramelizada, removiendo a menudo.
Agregamos la cucharada de harina y la cocinamos durante un minuto removiendo. Incorporamos un poco de leche caliente y removemos. Volvemos a echar un poco de leche y volvemos a remover. Así hasta terminar toda la leche. Debe quedar una bechamel espesa. Añadimos la nuez moscada recién rallada y rectificamos de sal.
Añadimos el pescado blanco troceado y removemos. Dejamos que se cocine 5 minutos y dejamos templar.
Montaje:
Ponemos la pasta brisa redonda con el papel que trae, sobre un molde con un diámetro inferior a la masa. Yo he empleado una cazuela de hierro esmaltado que puede ir al horno.
Ponemos el relleno sobre la masa y cerramos los bordes.
Pincelamos con agua o huevo batido e introducimos en el horno a 200ºC durante 30-40 minutos, hasta que veamos que se dora.
Dejamos templar antes de cortar.
Bon profit!