Hace unas semanas fue mi cumpleaños, y para celebrarlo, decidí llevar después de las vacaciones una tarta de manzana al trabajo. Sí, de manzana... pero me salió cruda por dentro. Tenía demasiado buen aspecto como para ponerla en mi blog de Pifias en la Cocina, o sea, que nos la zampamos en casa y la cosa se quedó ahí.
Pero me quedé con ganas de hacer una tarta de algo. Ya que la tarta de manzana no había salido bien y me quedaban plátanos como para parar un camión, y tenía una lámina de pasta brisa para gastar, busqué por internet alguna receta de tarta con plátanos y pasta brisa. Y encontré una de Eva Arguiñano que tenía muy buena pinta. De hecho, ella dice que es un pastel de plátano, pero a mi me parece más una tarta. Varié algunas cosas de la receta, eso sí. Me gustó porque no es nada difícil de hacer, y me resultó curiosa la mezcla de huevo y el jarabe de agua, azúcar y limón como relleno. Tenía curiosidad.
¡Salió buenísima!. Salió tan buena, que en mi casa arrasaron y al final sólo pude llevar tres trozos al trabajo... jajaja
Os pongo la receta tal y como la hice yo. ¡Espero que os guste!:
Ingredientes
5 Plátanos
1 Lámina de pasta brisa (o masa brisa, es lo mismo)
200 gr. de azúcar
200 gr. de agua
60 gr. de zumo de limón exprimido ( 1 limón grande o 2 pequeños)
45 gr. de harina de almendras.
1 Cucharada de azúcar moreno
Mermelada de albaricoque (yo le puse de melocotón)
Sirope de fresaPreparación:
Lo primero que haremos será preparar el jarabe para luego poner los plátanos a macerar.
Poner en un cazo el azúcar.
Añadir el agua
Poner a calentar la mezcla hasta que se deshaga el azúcar. Una vez se haya deshecho el azúcar, retirar del fuego.
Exprimir el zumo del limón (o limones). Colarlo para que sólo haya zumo y pesar 60 gramos. Añadir el zumo de limón a la mezcla y remover.
Pelar los plátanos y partirlos en trozos grandes. Ponerlos en un bol.
Añadir el jarabe hecho con el azúcar el agua y el zumo de limón. Dejamos macerar.
Untar un molde con aceite o mantequilla. Yo he usado un spray especial para que no se pegue nada al molde.
Normalmente la masa brisa es más pequeña que el molde. Al menos, ese es mi caso. Si también es el vuestro, antes de forrar el molde, estirar un poco la masa con un rodillo para que sea un poquito más grande. Forrar el molde con la pasta brisa. Pegarla muy bien al fondo y a todo el borde apretándola con los dedos.
Pinchar el fondo y las paredes con un tenedor.
Meter inmediatamente el molde con la masa en el congelador. De esta forma no será necesario poner garbanzos o judías secas.
Encender el horno para hornear la pasta y que no quede cruda por debajo,
Si se usa un horno con aire caliente envolvente (turbo), el horno debe de estar a 180º.
Si se usa un horno tradicional, escoger calor arriba y abajo y ponerlo a 190º.
Cuando el horno alcance la temperatura indicada, sacar el molde del congelador y meterlo inmediatamente en el horno. De esta forma no se ahueca y se evita poner legumbres.El tiempo de horneado varía con cada horno, pero suele ser de 8 a 10 minutos. Una vez horneado, retirar el molde, pero no paréis el horno. Poner el horno a 190º.
Espolvorear la masa brisa con la mitad de la harina de almendras.
Partir los huevos y ponerlos en un bol.
Batir los huevos.
Poner los plátanos macerados (sin el jarabe) sobre la tarta. No tiréis el jarabe de maceración.
Ahora necesitamos 200 gramos del jarabe de maceración. Pesamos los 200 gramos. El resto, lo deshechamos. Añadimos estos 200 gramos a los huevos batidos y mezclamos.
Verterla mezcla sobre la tarta.
Espolvorear con la otra mitad de la harina de almendras.
Espolvorear también con una cucharada de azúcar moreno.
Hornear a 190º. La receta original indica que se ha de hornear unos 30 minutos, pero como cada horno es un mundo, yo necesité 45 minutos. Si no estáis seguros de si está hecho, a partir de los 30 minutos, abrid un poco el horno y pinchad con un palillo (intentad que no sea sobre un trozo de plátano). Si el palillo sale limpio, la tarta está hecha. Si sale húmedo, repetir la operación a los 10 minutos.
Dejar que se enfríe. Una vez frío, desmoldar y untar con mermelada de albaricoque (o de melocotón, en mi caso) para dar brillo.
En el momento de servir, adornar con el sirope de fresa. La combinación de fresa y plátano está buenísima.
Luego me lo pensé mejor, y le puse más sirope por encima... jajaja.