La receta de la tarta de queso de hoy es sin horno y además vegana y saludable.
Es una buena opción para todos aquellos a los que les encanta el dulce pero sin renunciar al sabor y por supuesto sin que dulce equivalga a algo cargado de azúcar, además es muy fácil hacer esta versión vegana por lo que si estáis empezando en este bonito camino, vais a ver qué fácil es.
Esta tarta de queso sin horno es muy sencilla de hacer y es perfecta para la merienda, si tenéis familiares o amigos en casa seguro que les encantará y no se darán cuenta de qué es saludable ya que está riquísima y menos si es vegana, ya sabemos que en estas dos vertientes siempre se cree que saludable es igual a comer solo lechuga y que vegano es, a comer también solo lechuga jaja.
Hay algunas formas y recetas distintas para conseguir que nuestra tarta de queso sea vegana, evidentemente la receta tradicional lleva queso de untar y podéis hacer esta tarta veganizada con queso de untar vegano, sería un queso de soja; pero como sé que no se encuentra tan fácilmente y siempre suele resultar algo más caro que el común, he decidido hacerlo con un ingrediente principal que logrará que la tarta quede igual de rica, y con la misma textura, ya que al ser sin horno aunque cambiemos ese ingrediente os van a resultar con un sabor similar y muy suave.
Yo he usado yogures de soja así también he aprovechado que ya los tenía en casa, pero si encontráis el queso de untar vegano podéis usarlo sin problemas, o podéis hacer las dos versiones, pero ya veréis que las dos salen estupendas.
Estoy pensando en traeros una versión de la tarta de queso distinta una vez al mes, o hasta que la imaginación y las posibilidades de combinar sabores se me acaben jaja. ¿Qué os parece? ¿Queréis ver más tipos de tarta de queso sin horno?
Ingredientes :
4 yogures de soja (125gr cada uno)
100 ml Nata (crema de leche) de soja
1 cda esencia de vainilla
2 cdas agar agar en polvo
Alga AGAR AGAR 20 grs.
Precio: EUR 4,29
Gelatina vegetal pura y natural Agar Agar (1 x 100 g) (medio bote)
Precio: EUR 8,99
Precio recomendado: EUR 12,99
Para la base :
15 galletas tipo María (la marca gullón las tiene veganas)
55 gr de margarina
Mermelada de fresa u otra fruta al gusto para decorar
Molde desmontable de 20 cm
Pyrex Classic Metal - Molde desmontable, 20 cm
Precio: EUR 12,00
Preparación :
Empezamos triturando las galletas ya sea como veis en el vídeo, metiéndolas en una bolsa, las tapamos con un trapo y con un mortero o rodillo le pegamos una buena paliza para que se queden en miguitas jaja o las ponéis en un procesador de alimentos hasta obtener el mismo resultado.
Ponemos en la base del molde papel vegetal para que luego no se peque la tarta.
Echamos las migas de las galletas y mezclamos con la margarina previamente derretida en el microondas por 20 segundos.
Mezclamos bien, repartimos por la base del molde y presionamos con la ayuda del culo de un vaso para que no queden huecos sin galleta.
Reservamos en el congelador mientras hacemos el siguiente paso.
Mezclamos la nata (crema de leche) con la esencia de vainilla y con las cucharadas de agar agar.
Lo pasamos a un cazo a fuego medio y removemos hasta notar que se deshace.
Cuando ya ha cogido calor echamos los yogures de uno en uno, removiendo después de echar cada uno.
Aquí sería cuando en vez de echar los yogures podríais poner la misma cantidad queso de untar vegano.
Una vez todo mezclado bien, lo sacamos del fuego.
Seamos el molde con la base de galletas del congelador, ponemos una cuchara encima para ir echando por encima la anterior mezcla sin que la base se rompa.
Quitamos la cuchara y metemos la tarta a la nevera hasta que se solidifique.
En mi caso estaba lista en una hora.
El último paso es poner en un cuenco unas 5 cucharadas de mermelada, derretirlo un poco en el microondas, unos 25 segundos, para que sea más fácil esparcirlo por la tarta.
Lo echamos por encima y volvemos a meter a la nevera unos 15 minutos.
Ya la tenemos lista para servir un trocito.
Os va a encantar, además como veis no tiene más azúcar que el que pueda aportar la base de galletas o la mermelada lo que la convierte en una tarta de queso sin horno más saludable y además vegana, claro.
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