Tenemos ya una tarta de manzana en el blog. Es la que lleva el copyrigh de nuestra tía Sagrario, que ahora ya no cocina, pero a quién no queremos restarle méritos. Es la suya y así será “in saecula saeculorum”. Es lo justo. Esta otra tarta de manzana que hoy presentamos es superfácil y rápida de hacer. Queda muy fina. Se da un cierto aire a pizza, pero es un postre que entra muy bien y no empalaga pues lleva muy poca mantequilla y una fina capa de mermelada de albaricoque o de melocotón. Es apta para los no muy glotones.
RECETA
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INGREDIENTES
Una lámina de hojaldre redonda.
2 manzanas rojas.
20 g de mantequilla.
3 cucharadas de mermelada de melocotón o albaricoque.
Una cucharada de azúcar moreno (20 g).
Una cucharadita de canela en polvo.
PARA EL GLASEADO
125 g de agua.
60 g de azúcar.
2 hojas de gelatina.
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PREPARACIÓN DE LA TARTA
Precalentar el horno a 200 º.
Lavar las manzanas y sin pelar cortarlas en láminas muy finas (si tenéis mandolina quedan mucho mejor).
Colocar la lámina de hojaldre en una placa de horno sobre el mismo papel que la envuelve. Pincharla con un tenedor.
Repartir la mermelada por encima, esparciéndola bien hasta el borde.
Colocar por encima las rodajas de manzana, muy juntas y un poco solapadas.
Poner por encima la mantequilla repartida en trocitos.
Espolvorear con el azúcar y un poco de canela.
Meter en el horno hasta que esté dorada, aproximadamente 25 minutos.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
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PREPARACIÓN DEL GLASEADO
Poner las hojas de gelatina a remojo en agua fría durante cinco minutos.
Poner a hervir el agua con el azúcar hasta que éste se disuelva bien.
Retirar del fuego y añadir las hojas de gelatina bien escurridas. Remover bien y dejar que se enfríe un poco.
Con ayuda de un pincel repartir la glasa de manera uniforme.