Dedicación: 10 minutos
Enfriado: 4 – 6 horas
Cantidad: 8 – 10 raciones
Ingredientes
Para un molde desmontable de 20 cmBASE:
20 galletas tipo maría
50 g mantequilla
RELLENO Y DECORACIÓN:
500 ml de nata (crema de leche) para montar
250 g de queso crema
4 kiwis maduros
100 – 120 g de azúcar
10 g de gelatina neutra = 6 hojas de gelatina
50 ml agua
Preparación
Comenzamos quitando el queso crema del frigorífico para que tome temperatura ambiente y ponemos a hidratar la gelatina en 50 ml de agua fría. Preparamos un molde desmontable de 20 cm cuya base cubrimos con papel de horno y los laterales con una tira de acetato o papel de horno. Para que no se suelte el acetato untamos el borde con mantequilla o aceite. Trituramos las galletas utilizando una bolsa y un rodillo. Las mezclamos con la mantequilla fundida, con ayuda de una cuchara, hasta conseguir una masa húmeda. La repartimos por el fondo del molde presionando bien tanto la base como los bordes, para que no queden poros. La reservamos en la nevera.
Pelamos 3 kiwis maduros y los trituramos con una minipimer. Batimos en un bol el queso crema, si está a temperatura ambiente se bate mejor. Añadimos la nata (crema de leche) para montar, que debe estar fría y batimos hasta que espese. Vertemos el azúcar poco a poco, y mezclamos hasta que se integre. Probamos la mezcla para ver el punto de azúcar para adaptarlo a nuestro gusto. Incorporamos el kiwi triturado y calentamos la gelatina hidratada en el microondas o al baño maría. La añadimos poco a poco, sin parar de batir.
Vertemos la mezcla en el molde, alisamos la superficie y damos unos golpecitos para quitar el aire. Dejamos enfriar en el frigorífico un mínimo de 5 horas o hasta que cuaje la tarta. Una vez cuajada la tarta desmoldamos soltando el aro y separando el acetato. Con un par de espátulas separamos la tarta del papel de la base y pasamos la tarta a la fuente en la que vamos a servir. Decoramos con unos discos finos, hechos con el cuarto kiwi. Finalizamos la decoración con unas figuras de chocolate y desmenuzamos un barquillo o una galleta, que le aportarán el toque crujiente a esta tarta fría de kiwi.
Trucos y Consejos para la tarta fría de kiwi
Para la base de la tarta utilizamos galletas tipo maría, unidas con mantequilla fundida. Si vemos que queda muy seca podemos añadir un chorrito de leche, aunque esta proporción está perfecta.
Para que se aguante la tarta, vamos a utilizar gelatina. Es un sobre de gelatina neutra = 10 g, ó 12 g de grenetina, ó 6 hojas de gelatina (previamente hidratadas en agua fría). También podemos utilizar 4 g de agar agar.
Si utilizas gelatina en hojas, las dejas hidratar en agua fría unos 10-15 minutos. Calientas tres o cuatro cucharadas de nata (crema de leche) que reservarías antes y añades la gelatina bien escurrida, removiendo hasta que se disuelva. La añades a la crema poco a poco sin parar de remover.
La cantidad de azúcar es orientativa, ya que depende de lo maduros que estén los kiwis. Mi consejo es que pruebes la mezcla antes de añadir la gelatina y rectifiques su sabor, si fuese necesario, a tu gusto. Podemos utilizar edulcorante líquido o en polvo en lugar del azúcar.
Podríamos hacer esta receta sin gluten, utilizando galletas sin gluten y si utilizamos una mantequilla, un queso crema y una nata (crema de leche) para montar sin lactosa, convertiremos esta tarta fría de kiwi, en apta para los intolerantes a la lactosa.
Podemos hacer esta tarta con otras frutas, como el puré de mango o un puré hecho con unos melocotones (duraznos), por ejemplo.
La nata (crema de leche) para montar se conoce también como crema de leche, crema de batir, crema para chantillí, crema doble, heavy whipping cream y siempre debe ser de un contenido en materia grasa = MG mayor del 30%.