Ingredientes:
- 150 grs de azúcar.
- 125 ml de agua (una taza, o medio vaso)
- 125 ml de zumo de limón (la misma medida que de agua)
- 1 sobre de 85 grs de gelatina de limón
- 1 sobre de 85 grs de gelatina de kiwi
- 1 paquete de 500 grs de leche evaporada o crema de leche.
- Sirope de fresa o caramelo líquido.
Para la base de la tarta:
- 1 paquete de sobaos, o magdalenas, o bizcochos cortados en trocitos.
Sugerencia de decoración:
- Unas rodajas de kiwi y limón
- Peinetas de chocolate blanco y negro (ver receta: Peinetas de Chocolate). Son ideales para estas tartas sin horno.
ELABORACION: En un cazo: ponemos el agua, el zumo de limón y el azúcar. Lo ponemos al fuego removiendo hasta disolver completamente, sin que llegue a hervir. Añadimos los dos sobres de gelatina, el sobre de limón y el de kiwi, y lo disolvemos bien removiendo unos segundos y apagamos y retiramos del fuego removiendo un poco más.
Una vez esté integrado, retiramos del fuego y apartamos a descansar a temperatura ambiente.
Ponemos en un bol grande la leche evaporada y batimos con la varilla manual (o con dos tenedores cruzados, si no tenemos varilla), hasta conseguir espumarla un poco (como el doble de su volumen). Si tenéis batidora de levantar claras es más fácil; pero estas recetas son para los que tienen y para los que no tienen, solo es cuestión de paciencia.
En este momento, comprobamos que la gelatina está a temperatura ambiente y la integramos poco a poco en el bol de la leche evaporada, sin dejar de batir.
MOLDE: El molde es un simple tapper-wear de plástico; puede ser redondo, cuadrado, en forma de corazón? a tu gusto. Para orientarse en las cantidades, yo elegí uno redondo de 20 cm de diámetro x 4 cm de altura.
Ponemos en el molde elegido un poco de sirope de fresa (o caramelo líquido). Lo extendemos bien con una brocha de silicona o con el revés de una cuchara. Añadimos la mezcla del bol. En este momento, si está la mezcla a temperatura ambiente, podemos poner la base con los sobaos o bizcochos, procurando que toda la superficie esté cubierta, incluso cortando trocitos para rellenar los bordes.
Tiene que estar en el frigorífico durante unas 12 horas.
Al día siguiente, pasadas las 12 horas, pasamos la punta de un cuchillo por los bordes, ponemos un plato o bandeja encima y damos la vuelta ahuecando un poco el molde para que entre el aire y se pueda desmoldar solito. Ya tenemos nuestra tarta. Ahora vamos a ponerla en el frigorífico mientras preparamos la decoración.