En estos días libres, además de la escapada, también tuve la oportunidad de elaborar este postre helado, que más que un postre, resultó ser la tarta de mi cumpleaños. Como bien sabéis, las temperaturas no nos están dando tregua y la idea de encender el horno me daba algo de pavor, así que opté por hacer una tarta helada de wafers y crema de chocolate y avellanas.
Soy muy fan de la avellana o nocciole, como se conoce en Italia. Y ya si hablamos de la gianduja, que es una versión más concentrada con chocolate fundido que dio origen a la Nutella entre otras cremas, ya ni hablemos. Quise añadir crema de chocolate y avellanas porque me encanta y galletas wafers que le dan un toque crujiente espectacular al helado.
La otra capa es de vainilla y no añado mucha azúcar para que no resulte empalagoso. Toda una tentanción para disfrutar en asaltos al congelador o en familia, lo dejo a vuestra elección.
¡Pasemos a la receta!
Ingredientes:
Para la tarta
- 800 ml. nata (crema de leche) (400+400 ml.)
- 80 grs. azúcar glass
- 1 cdta. pasta de vainilla o esencia
- 200 grs. de crema de cacao y avellanas
- 1 paquete de galletas waffers
Para la cobertura
- chocolate de cobertura
- 100 ml. nata (crema de leche)
- avellanas croccanti para decorar
Preparación:
En primer lugar comenzamos dividiendo la nata (crema de leche). No olvidéis que tiene que estar bien fría.
Batimos una parte hasta que monte ligeramente y luego le añadimos el azúcar y la vainilla y terminamos de montar. Reservamos.
A continuación, preparamos la otra parte con crema de chocolate. Montamos la nata (crema de leche) ligeramente y añadimos la crema. Nos quedará una textura deliciosa. Por favor, no comérosla que tenemos que montar el postre.
Para el montaje, forramos un molde rectangular con papel de hornear, añadimos una capa de nata (crema de leche) con vainilla, otra de nata (crema de leche) con crema de chocolate, otra con galletas wafers y la siguiente con una capa fina de crema de chocolate.
Repetiremos las capas varias veces y cerramos con la mezcla de nata (crema de leche) y chocolate. Cubrimos con papel film y llevamos a la nevera varias horas. Al menos un mínimo de 3 horas.
Para la ganache con la que cubriremos la tarta helada, hervimos la nata (crema de leche) que añadimos al chocolate troceado en un bol. Disolvemos bien con ayuda de una espátula y, cuando tenga textura homogénea, dejamos templar un poco.
Desmoldamos con cuidado nuestra tarta, damos la vuelta y colocamos en una rejilla.
A continuación vertemos la ganache. Decoramos con las avellanas croccanti, emplatamos y llevamos al congelador una hora más.
Pasado este tiempo, ya está lista para ser el postre estrella o una idea de tarta de cumpleaños como hice este año.
¿Qué tal? ¿os venís a casa a merendar o a tomar el postre? Os aseguro que es una delicia. Es un capricho que podemos darnos de vez en cuando y que como véis, no es difícil de preparar. Sólo hace falta sacar un poco de tiempo en este tórrido verano y disfrutar de una tarta helada en familia.
Si os ha gustado esta idea, también podéis consultar otros postres veraniegos como la tarta helada de chocolate y mascarpone o la comtessa que tantos recuerdos de niñez nos trae a más de uno.
Vuelvo pronto con más recetas e ideas veraniegas. Os mando un abrazo muy fuerte a todos y os dejo una instantánea de una terraza en Vejer.
¡Feliz verano!
Maribel García