Si hay algo que nos gusta a las dos, aparte de cocinar y las cañas en buena compañía, es viajar (la parte de coger el avión un poco menos pero eso es otra historia). Peeeero, por desgracia, no hay manera de que nos toque el Euromillón. Así que, mientras seguimos intentándolo, ¿qué os parece viajar desde casa? ¡Hoy nos vamos a Viena con una deliciosa Tarta Sacher!
La Tarta Sacher nació en Viena hace más de 150 años y su receta exacta se guarda en una caja fuerte en secreto ¡modo Coca-Cola! ;) Su creador fue Franz Sacher, quien con 16 años y aún siendo un aprendiz (lo que viene siendo un becario con contrato basura de hoy en día), tuvo que sacarse de la manga un postre para impresionar al príncipe porque el jefe de cocina se había puesto enfermo (típico). La receta triunfó tanto que hoy en día se ha convertido en uno de los postres austriacos por excelencia.
Nosotras no hemos tenido la oportunidad de probar la original pero, como dice la morena, no hay nada mejor que el chocolate (por algo es uno de nuestros mandamientos) y aunque yo no soy muy fan del dulce, con esta receta tengo que darle la razón. La mezcla del bizcocho con la cobertura y la mermelada… hmmm ¡se nos hace la boca agua sólo con pensarlo! ¿nos ponemos manos a la obra?
Ingredientes...
Para el bizcocho:
175 gr de azúcar.
175 gr de mantequilla.
7 huevos L u 8 si son M.
200 gr de chocolate amargo.
50 gr de almendras molidas.
100 gr de harina.
Mermelada de albaricoque (nosotras la hemos sustituido por mermelada de arándanos).
1 cucharadita de levadura Royal.
Para la cobertura:
200gr de chocolate fondant o de cobertura.
50g de mantequilla.
200 ml de nata (crema de leche) líquida.
Con las manos en la masa...
Empezamos con el bizcocho. En un bol, con unas varillas eléctricas, batimos las yemas con el azúcar hasta que hayan doblado su volumen.
Fundimos el chocolate en el microondas (ya sabéis, con cuidadito de que no se os queme) o al baño María si no os fiáis. Mezclamos con la mantequilla, dejamos templar y lo incorporamos a la mezcla.
Tamizamos la harina con las almendras molidas y la levadura. La vamos añadiendo poco a poco a la masa mientras removemos.
Batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal, ¡a sacar músculo! Las añadimos a la mezcla preparada haciendo movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea.
Engrasamos el molde (¡que sea desmontable, ojo!), y vertemos la masa en él. Horneamos durante 40-45 minutos a 170ºC. Cada horno es un mundo: el bizcocho estará listo cuando al pincharlo con un palillo este salga limpio.
Sacamos el bizcocho del horno y dejamos templar. Si se ha ?hinchado? por el centro le damos la vuelta (para usar la parte más bonita) y cortamos en dos mitades. Extendemos la mermelada de albaricoque en medio y tapamos con la otra tapa del bizcocho.
Ahora vamos a preparar la cobertura. Fundimos el chocolate en un cazo con la mantequilla y la nata (crema de leche) a fuego bajo medio sin que hierva. Cubrimos el bizcocho con la mezcla y, con ayuda de un cuchillo, retocamos los laterales (tened listos los dedos para coger el chocolate que se caiga?hmmm). Lo metemos en la nevera para que el chocolate se endurezca. Decoramos y ¡a comer!
Si queréis darle un toque extra de jugosidad al bizcocho, antes de echarle la cobertura de chocolate bañarlo con un poco de almíbar. Sólo tenéis que diluir un poco de agua con azúcar y mermelada, calentar en el micro y verter sobre el bizcocho ¡hmmm!