Ingredientes
-1 kg de ternera para guisar (en casa solemos elegir un corte con un poco de grasita para que aporte jugosidad al guiso).
-1 puerro
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-aceite de oliva virgen extra
-200 ml de vino tinto
-sal
-laurel
-200 ml de caldo de carne
-200 gr de setas congeladas
-1 cucharada sopera de tomate concentrado
Comenzamos la receta el día anterior, para ello, cortamos la ternera en trocitos pequeños, los metemos en una bolsa de congelar y los cubrimos con el vino tinto, cerramos bien la bolsa y dejamos macerar la carne en la nevera durante al menos 12 horas, así conseguiremos una carne muy blandita gracias a la acción del alcohol.
Calentamos un buen chorro de aceite de oliva.
Al día siguiente, picamos la cebolla, el puerro y los dientes de ajo y los pochamos a fuego lento en el aceite que habíamos calentado. Cuando la verdura esté blandita añadimos el tomate concentrado, cocinamos unos minutos y añadimos la carne junto con el vino en el que había estado macerando.
Cocinamos unos minutos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol. A continuación cubrimos con el caldo de carne, sazonamos y añadimos la hoja de laurel. Cocemos a fuego medio hasta que la carne comience a ablandar (el tiempo dependerá del tipo de carne, aunque como referencia yo la tuve una hora).
Picamos las setas y las incorporamos al guiso, cocemos hasta que la ternera esté blandita (como se dice vulgarmente hasta que se deshaga en la boca). En 45 minutos más mi ternera guisada con setas estaba lista, pero os aconsejo ir probando y adaptando el tiempo.
Podemos comer inmediatamente o dejarla preparada y disfrutar de nuestra ternera guisada con setas al día siguiente, lo que potenciará su sabor.
Nosotros la acompañamos de unas patatitas fritas cortadas en cuadraditos, no solemos abusar de este acompañamiento, pero un día es un día.
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