Esta receta es bien apropiada para hacerla en los días de Navidad, tiene muchas cosas que la hacen atractiva para esos días. Es una receta sencilla, bastante económica, y que se puede tener preparada con antelación.
A mucha gente no le gustan demasiado las frutas secas en la comida, pero esto tiene solución, podéis preparar la terrina sin ellas, añadiendo unos frutos secos, nueces, pistachos, lo que más os guste y luego preparar la salsa con las frutas porque al ir triturada os aseguro que no lo notarán.
Yo la he preparado picando toda la carne con la picadora, pero creo que también quedaría muy bien dejando algún trozo de pollo. Como siempre con este tipo de preparaciones se puede tomar en caliente-tibio o bien en frío como si fuese un fiambre.
La receta original llevaba carne de salchichas, pero por aquí suelen hacerlas con ajo y creo que habría matado el resto de sabores de la terrina, el que quiera puede sustituir la carne de cerdo y la papada por equivalente en salchichas, a ser posible sin ajo.
Para hacer esta terrina necesitamos:
500 gramos de pechuga de pollo picada o troceada
200 gramos de carne de cerdo picada
200 gramos de papada de cerdo picada (hay que quitarle primero la piel)
50 gramos de jamón curado o ibérico
50 gramos de pasas
50 gramos de orejones
50 de ciruelas pasas sin hueso
2 huevos
1 copa de brandy
3 cucharadas de pan rallado
2 cucharadas de aceite de oliva
Pimienta y sal
Para la salsa:
3 cucharadas de aceite de oliva
½ cebolla
8 orejones
8 ciruelas pasas
1 copa de brandy
1 vaso de caldo
1 vaso de agua.
En un bol grande pondremos todas las carnes a las que añadimos el jamón cortado bien pequeño, sal y pimienta (la pimienta al gusto), cascamos los huevos, añadimos el brandy, dos cucharadas de pan rallado, todas las frutas secas cortadas en trozos pequeños, mezclamos bien todo.
Untamos un molde tipo plumcake con aceite de oliva y le espolvoreamos una cucharada de pan rallado, colocamos toda la mezcla dentro y horneamos durante unas dos horas a 170ª C tapado con un papel de aluminio, la última media hora lo destapamos. Para comprobar que ya está hecho lo pinchamos con un palillo y si no sale liquido sanguinolento ya estará hecho. Reservamos.
Para preparar la salsa pondremos el aceite en una sartén, pochamos la cebolla que habremos cortado en trocitos pequeños, cuando la cebolla empiece a tomar color añadimos los orejones y las ciruelas sin hueso, ponemos el brandy y cuando este se reduzca a la mitad ponemos el caldo y el agua, dejamos cocer hasta que las frutas estén bien tiernas, trituramos la salsa y la pasamos por el chino si queremos que nos quede más fina. Pasamos la terrina a una fuente y el jugo que suelte se lo añadimos a la salsa.
Esta terrina se puede comer en caliente o bien como si fuese un fiambre, nosotros la hemos comido de las dos formas y queda muy rica.