Que te digan "no hay huevos" es más que suficiente para que, a pesar de ir contrarreloj, de estar un fin de semana fuera de casa, me líe la manta a la cabeza con un reto tuitero de la mano de @RedRidingCook, @chupchup_lanas, @tererecetas y @recetasen5tweet.
Y cómo no, si no me complico la vida, es que no soy yo. Con tal de dar la nota... pues me vuelvo a liar con lo de las lentejas germinadas; ¡pero es que están tan ricas!, y le dan una vuelta a las lentejas de siempre: crujientes, con el toque de la clorofila del brote.
La historia surgió de casualidad, a muchos de los participantes los conocía o bien por twitter o por el curso de galletas que hice hace dos semanas (y cuya entrada debería escribir, no tengo perdón). Veo una conversación que me llama la atención, más que nada porque hace poco hice algo parecido a lo que me sugieren pero pidiendo al respetable que sean ellos quienen me sugieran los ingredientes. Aquí se lo montan de otra forma: ¿quieres participar? pues sugiere un ingrediente y entre todos los que surjan, cúrrate una receta. Esta vez los ingredientes fueron tomate, arroz, chipirones, lentejas y piquillos. Ea!
Pues nada, si les cotilleas un poco verás que hay nivel, así que no podía hacer cualquier cosa, de ahí lo de los germinados de lentejas. ¡Me meto en cada jari! Por eso, si te animas a hacerlas, cuenta con 4-5 días que dura el germinado; esta vez las hice con un remojo de 24 horas, escurrido y posteriormente las introduje en un bote de cristal de boca ancha, con una gasa para poder enjuagar y escurrir cada día los brotes. También puedes poner papel film con agujeritos, pero para enjuagar el frasco tendrás que quitarlo.
Bueno, ya voy tarde, que esto iba a ser para las 10 de la mañana.
Vamos allá!
Ingredientes para dos personas:
- Brotes de lenteja (de un puñado de lentejas)
- 100 g de arroz blanco
- 250 ml de agua caliente (aproximadamente)
- 1 diente de ajo
- 2 chalotas
- 1 tomate maduro
- 3 pimientos de piquillo
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de azúcar
- 20 chipirones/puntillas
- sal y perejil
En una cucharada de aceite, sofríe el ajo entero hasta que esté dorado, después incorpora el arroz y remueve para que se impregne de su sabor. Añade el agua caliente y un poco de sal y deja cocinar por 15 minutos, a fuego lento y sin remover, hasta que el arroz se haya cocinado y no quede agua (si ves que se queda corto, incorpora un poco más).
Para la salsa, pica las chalotas y póchalas en una cucharada de aceite; cuando estén listas puedes añadir el tomate pelado y troceado. Rehoga 5 minutos a fuego medio y después añade los pimientos troceados junto con la cucharadita de azúcar y un poco de sal. Tras otros 5 minutos, puedes pasar al vaso de la batidora para triturar, de modo que quede una salsa fina. Ajusta de condimentos si lo crees necesario.
Hacer los chipirones a la plancha no tiene mucho misterio. Yo cogí de esos que llaman puntillas, que con sólo quitar esa minijibia que tienen se pueden hacer enteros. La última cucharada de aceite va para ellos, a fuego fuerte. Enseguida se hacen, ya verás. Luego aparta en un plato y en ese mismo aceite saltea el arroz con los brotes de lenteja, a fuego fuerte.
Para montar el plato, dispón una cama de salsa de piquillos y rellena con el salteado una taza pequeña o un molde de flan (el mío fue un cuenco salsero del Ikea, y oye, queda muy chulo), que volcarás con cuidado sobre el plato. Reparte los chipirones y sazónalos con sal gorda y un poco de perejil picado.
Dale candela!