Que nos perdonen los ortodoxos de la cocina. Que nos perdonen los muchos italianos afincados en España. Que nos perdone Italia entera por usar el nombre de tiramisú en vano. Hemos hecho un tiramisú de fresas, obviando algo tan fundamental en el clásico postre como es el café y el cacao en polvo. No hemos olvidado ni el queso mascarpone ni los bizcochos. Pero visto lo que ofrecen como tiramisú algunos restaurantes de menú económico, francamente hemos creído que podíamos mejorarlo o como mínimo hacer una interpretación y una presentación distintas. Nunca con el ánimo de prostituir este postre aunque, según se cuenta, el tiramisú nació hacia los años cincuenta del siglo pasado en los prostíbulos de la región del Véneto, unos establecimientos que incluso contaban con cocinero. Las dueñas de estos prostíbulos ofrecían a los clientes y a sus chicas un tentempié, un "ti tira su" en lengua véneta, para entretener la espera y para reponer fuerzas. Y de allí pasó a las cartas de los restaurantes de la mano del cocinero Alfredo Beltrane, del restaurante "Toula" de Treviso, que popularizó el postre.
RECETA.
INGREDIENTES (para 6 vasos)
500 g de fresones.
250 g de nata (crema de leche) para montar.
125 g de queso mascarpone.
1 limón.
100 g de azúcar.
50 g de bizcochos.
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PREPARACIÓN
Lavar los fresones, cortarlos en trocitos pequeños y ponerlos en un recipiente.
Exprimir el limón, colar el zumo y echarlo sobre los fresones.
Añadir 30 g de azúcar, remover y dejar macerar durante 1 h. aproximadamente.
Poner la nata (crema de leche), que debe estar muy fría, en un recipiente y batir con unas varillas eléctricas hasta que esté montada.
Añadir el azúcar restante y el queso y seguir batiendo hasta que quede todo integrado. Poner esta mezcla en una manga pastelera. Trocear los bizcochos y poner una base en cada vaso.
Escurrir los fresones y regar los bizcochos con el caldo de maceración. Poner encima de los bizcochos una capa de fresas, una de crema y repetir con otra de bizcochos, fresas y por último una de crema.
Podéis decorarla a vuestro gusto, con una hojita de menta, con pistachos sin sal troceados o con unas virutas de chocolate.
Meter inmediatamente en la nevera hasta el momento de servir.