Las avellanas son un fruto seco originario de Asia, que poco a poco, se fue extendiendo a otros países.
En la actualidad, la variedad más popular es la Europea.
Estos frutos secos, son ricos en numerosos nutrientes, que las hacen perfectas para prevenir diferentes enfermedades, cómo por ejemplo, las cardiovasculares.
Los principales nutrientes de las avellanas, son:
- Vitamina E: su alto contenido en esta vitamina, hace que las avellanas sean un alimento con muchas propiedades antioxidantes y antienvejecimiento.
- Vitamina B1 o Tiamina, es una vitamina imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, el crecimiento y el correcto estado de la vista y la piel.
- Vitamina B6 o Piridoxina, necesaria para el buen desarrollo del sistema inmune, la formación de glóbulos rojos y una correcta regulación hormonal.
- Vitamina B9 o también conocido como ácido fólico, mediante esta sustancia, podemos prevenir problemas de anemia y mantener la piel saludable.
- Magnesio, este mineral nos permite contribuir en la salud del corazón y la transmisión de los impulsos nerviosos, el buen estado de ánimo y el desarrollo de dientes sanos y huesos fuertes en los más pequeños de la casa.
- Calcio, es imprescindible para tener unos dientes y huesos sanos, pero además, disminuye los niveles de colesterol en sangre, intervienen en la permeabilidad de las membranas celulares y ayuda a regular la frecuencia cardiaca y a mantener estable la tensión arterial.
- Ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, gracias a los cuales, nos ayudan a regular los niveles de colesterol y por lo tanto, benefician nuestra salud cardiovascular.
- Son ricas en fibra y proteínas de origen vegetal.
Un puñado de avellanas, nos aportará la cantidad perfecta de vitamina E, que nuestro requiere a diario, sobre todo es muy aconsejado el consumo de este fruto seco, para aquellas personas que consumen pocas hortalizas y frutas frescas.
Pero como todo, también debes tener precaución en consumirlas ya que todos los excesos son malos, nosotras siempre recomendamos el consumo de frutos secos, en proporción al puñado que te quepa en las manos, con los puños cerrados. Por lo que debes tener en cuenta algunos inconvenientes, como:
- Debido a su alto aporte calórico, no conviene que superemos su consumo, del puñado recomendado, pues no queremos que nos afecte en nuestro peso, sobre todo si hay tendencia a la obesidad o sobrepeso.
- Los niños menores de 5 años, no deben consumirlas, ya que sus dientes aún no son los suficientemente fuertes para masticarlas.