Monas de Pascua, Pestiños, Rosquillas , Buñuelos, Leche frita ... se pierde la cuenta de tantos dulces deliciosos a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Pero si hay uno que sobresale sobre todos los demás sin ninguna duda son las Torrijas.
Y es que este dulce tan sencillo y a la vez tan delicioso nos a acompañado a lo largo de la historia, casi sin darnos cuenta y muchas veces sin darle la importancia que realmente tiene.
Desde aquí quiero hacer un homenaje a la Torrija y declararle mi amor eterno, pues para mi pocos dulces me apasionan tanto como este.
La receta de hoy es la de las Torrijas de leche de toda la vida. Espero que las disfrutéis.
Ingredientes
• 1 paquete de pan para torrijas
• 1 litro de leche entera
• 1 palito de canela
• 1 piel de limón
• 200 g de azúcar
• 2 huevos
• Aceite de girasol
• Canela molida
Elaboración
Ponemos la leche en un cazo y le añadimos la canela y la piel de limón sin la parte blanca.
Una vez que la leche haya hervido se retira el cazo, se añade 100gr. de azúcar y removemos bien .
Dejamos que se enfríe completamente, retiramos la canela y el limón y colamos para evitar posibles restos.
Vamos poniendo en remojo las rebanadas de pan en la leche infusionada, dándoles la vuelta para que coja bien de leche, pero sin pasarse que si no se ablandan demasiado.
Ponemos el aceite a calentar, más o menos para que lleguen a la mitad de las torrijas. Cuando esté muy caliente, pasamos las torrijas por los huevos batidos, las escurrimos el sobrante y las ponemos en el aceite.
Cuando estén doradas por una cara, les damos la vuelta para que se doren por ambos lados.
Según las vamos sacando, las pondremos en una fuente con papel de cocina para que chupen el exceso de aceite.
Mezclamos los otros 100gr. de azúcar con una cucharadita de canela molida, removemos bien y pasamos por la mezcla las torrijas por ambas caras.
Y listas para comer!!!