Hace tiempo ya que publicamos una colaboración en el blog de Huevos Garrido sobre el verdadero típico desayuno irlandés: el Egg on Toast o “huevo sobre tostada”.
Lo del super-plato de salchichas, butifarra, morcilla, bacon, "baked beans", champiñones asados y demás es solo para poder sobrellevar la resaca del día siguiente a la fiesta de St. Patrick, (que por cierto se celebra el martes que viene).
Pero sí que es frecuente desayunar un huevo sobre tostada en el día a día.
Egg on toast típico (Huevo sobre tostada)
Sin embargo no tenía ni una triste mención a esta receta en el blog, y teniendo en cuenta de que es uno de mis desayunos favoritos de fin de semana he decidido ponerle remedio. Para ello, lo he fusionado otra receta que en mi infancia era mi cena favorita, creo yo.
Cuenta la leyenda que desde muy pequeñuela tenía pasión por el huevo, y mis padres, para “engañarme” un poco, porque yo siempre pedía dos para cenar, me llenaban un vasito con un huevo pasado por agua troceado, taquitos de jamón serrano y pan desmenuzado, de manera que me llenase más, pero no comiera tanto huevo justo antes de dormir.
Y es de la fusión de estas dos recetas, de donde nace este “Egg on toast” tuneado, o sea, una tostada de mantequilla con láminas de jamón serrano y un huevo pasado por agua en trocitos.
La elaboración es bien sencilla como os podéis imaginar y vale lo mismo para desayunar que para cenar.
INGREDIENTES: (para 2 personas)
2 huevos camperos frescos
8 – 10 lonchas de jamón serrano al corte
4 rebanadas de pan del molde consistente
mantequilla
pimienta negra
ELABORACIÓN:
En una ollita con agua ponemos a hervir los dos huevos para hacerlos pasados por agua. A mi me gusta esperar a que el agua rompa a hervir, y entonces cuento en mi cabeza hasta 60. Cuando termino la cuenta rápidamente los enfrío bajo el grifo y con cuidado los abro por la mitad. Si al empezar a abrirlos me doy cuenta de que han quedado aún un poco más crudos de la cuenta, los dejo dentro de la cáscara y con el calor interior se terminan de hacer.
Por otro lado en una sartén ponemos las 4 rebanadas de pan del molde y las tostamos por un lado.
Cuando estén a nuestro gusto, les damos la vuelta y ponemos la mantequilla que queramos encima del lado ya tostado, dejando que el calor del fuego ayude a derretirla. (La cantidad de mantequilla es la misma que pondríamos a una simple tostada).
Cuando el otro lado de la tostada esté también a nuestro gusto, las sacamos y las terminamos de untar.
Entonces colocamos encima las lonchas de jamón serrano.
Finalmente, con ayuda de una cucharita, vamos sacando de la cáscara el huevo pasado por agua y distribuyéndolo entre las dos tostadas (osea, con 1 huevo, cubrimos 2 rebanadas).
Tenemos que tener cuidado de que no caiga ningún trocito de la cáscara de huevo en las tostas al repartirlo, pues encontrarte uno mientras estás comiendo no mola nada.
Ya solo queda espolvorear los huevos con pimienta negra en la cantidad en que prefiráis (a mi me gusta con mucha :) ) y preparar la bebida con la que vayamos a acompañar las tostas: un cervezote si es para la cena, o un té de canela si es para un desayuno.
¡Que aproveche, Calderer@s!
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