No me he olvidado de vosotros. Aunque haya transcurrido una semana desde el último post, os aseguro que os tengo muy presentes. A pesar de que poner en marcha el taller virtual de cookies me ha llevado bastante tiempo (tenía que terminar de redactar la documentación, editar fotos, grabar vídeos, estar pendiente de que todos los alumnos pudieran acceder a todo el material y hornear para ellos unas sorpresillas muy deliciosas...), no he dejado de idear y poner en práctica recetuquis súper interesantes para el blog. De hecho, tengo aún varias pendientes por compartir con vosotros. Eso será muy pronto, os lo prometo. Pero, de momento, arranco con uno de mis descubrimientos culinarios favoritos: la trenza de brócoli.
Y es que, en mi casa, consumimos brócoli cada semana. Es la verdura que pocas veces falta en el frigorífico. Nos gusta de mil maneras: con un simple rehogado de ajito, gratinado, al vapor, en ensalada, con quinoa y verduras varias o como acompañamiento de un plato de pasta (me flipa en forma de pesto, receta que tenéis en el blog desde hace bastante tiempo). Una lista que desde hoy aumenta con una nueva categoría: como relleno de una trenza.
La idea la pillé en Instagram por pura causalidad. En un ratito muy breve en que navegué entre las fotos de personas a las que no sigo, pero que se corresponden con aquello con lo que más interactúo, me encontré con una imagen que me llamó mucho la atención precisamente por contener brócoli entre sus ingredientes principales. Me guardé el post para leerlo con más más calma en otra ocasión. Y tengo que confesar que di en el clavo. Bastantes días después, accedí y pude comprobar que la receta cumplía con creces mis expectativas. Sin mucha dilación, me puse manos en harina, y el resultado fue extraordinario. Una receta que pasa de inmediato a formar parte de nuestras imprescindibles, que elevamos a la categoría de “incluida-en-la-minicarpeta-de-recetas-para-repetir”.
Trenza integral de brócoli y queso fresco:
Receta adaptada del perfil de Instagram @recetasargentinas
INGREDIENTES (para una trenza de la que saldrán unas 6-8 porciones):
- Para la masa:
300g de harina integral
180mL de agua
12g de levadura fresca de panadería
3 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Semillas varias (yo le puse semillas de calabaza, de amapola y de girasol)
- Para el relleno:
1 cebolleta, picada
1 brócoli pequeño, cocido al vapor, y ya frio (yo lo cociné unos 5 minutos en el microondas a máxima potencia)
200g de queso fresco tipo Burgos
Sal
Pimienta
Queso emmental recién rallado
Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN
- Para la masa:
Mezclamos todos los ingredientes en el bol de la amasadora. Amasamos con el accesorio gancho hasta que la masa esté lisa y no se adhiera a las manos, durante unos 10-15 minutos será suficiente.
Retiramos la masa del bol, formamos una bola y la volvemos a introducir en el bol ligeramente engrasado con aceite. Cubrimos con papel film y dejamos levar durante unos 90 minutos.
- Para el relleno:
Rehogamos la cebolleta con aceite de oliva virgen extra en una sartén hasta que esté blandita. Reservamos.
Por otro lado, picamos finito el brócoli.
En un pequeño bol, desmenuzamos el queso fresco con la ayuda de un tenedor. Mezclamos con el brócoli, la cebolla y salpimentamos. Reservamos hasta el momento de rellenar nuestra trenza.
- Para formar la trenza:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Cuando la masa hay duplicado su volumen, la desgasificamos, la amasamos un poquito con las manos y la trasladamos a una superficie ligeramente enharinada. La estiramos con la ayuda de un rodillo hasta formar un rectángulo de unos 50cmx30cm.
Lo cortamos como veis en la imagen: las dos esquinas superiores y las dos esquinas inferiores y, sin llegar al centro, le hacemos una serie de cortes horizontales, de unos 2cm de ancho, que nos servirán para cubrir el relleno.
Disponemos en el centro la mezcla de brócoli y queso. Sobre esta preparación, rallamos el queso, y lo envolvemos todo tal y como hago yo en las siguientes fotografías:
Llevamos al centro los rectángulos superior e inferior y las tiras de los laterales.
Pincelamos la superficie con aceite de oliva virgen extra y horneamos 25-30 minutos a 180ºC.
Antes de hornear
Después de hornear
Dejamos templar/enfriar antes de servir. Una vez completamente fría, podemos darles un golpe de calor en el horno a las porciones que vayamos a servir.
Fuente: este post proviene de Mi recetario por Elena Pilar, donde puedes consultar el contenido original.
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