En esta ocasión os propongo un pastel que es un clásico en las cenas y comidas navideñas: el tronco de navidad. De origen francés y muy extendido en Reino Unido y España, es el candidato ideal para compartir en familia, o no estáis de acuerdo?
Mi apuesta es añadirle fresas. Sí, si fresitas naturales. Ya comienzan a verse en supermercados y tiendas. No he abusado porque el precio está por la nubes o más allá pero un día es un día. Porque una #navidadconfresas es posible! Esta receta participa en el II concurso Navidad con Fresas que organiza Fresas de Europa. Pasemos a la receta!
Ingredientes:
Para el bizcocho. 8 porciones.
- 90 gramos de harina
- 4 huevos
- 90 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
* Para un bizcocho más grande añadir 2 huevos más, 30 grs. de azúcar y de harina
Para el relleno:
- 300 gramos de chocolate blanco
- 150 de nata (crema de leche) para montar
Para la cobertura:
- 200 gramos de chocolate fondant
- 200 ml. de nata (crema de leche) para montar
- 50 gramos de mantequilla
Para el almíbar:
- 50 gramos de azúcar
- 50 ml. de agua
- 1 chorrito de licor al gusto
- 6-8 fresas en daditos para acompañar el relleno. Muérdago de caramelo y azúcar glass para decorar.
Preparación: En primer lugar comenzamos con los ganaches de relleno y cobertura.
Calentamos la nata (crema de leche) hasta hervir. Vertemos sobre un bol con el chocolate troceado. Removemos bien hasta su completa disolución. Ponemos papel film que cubra el resultado y lo dejamos reposar 3 horas en la nevera.
Con el ganache de chocolate negro hacemos exactamente lo mismo. La diferencia es que cuando esté bien disuelto el chocolate y la nata (crema de leche), le añadimos la mantequilla y removemos hasta que esté integrada por completo. Dejamos reposar a temperatura ambiente con un film transparente pegado a nuestra cobertura. Así se endurecerá y nos servirá para decorar nuestro tronco navideño.
Para el bizcocho empezamos separando las claras de las yemas. Batimos las claras con la mitad del azúcar hasta formar un merengue. Reservamos. Por otra parte batimos las yemas con la otra mitad del azúcar hasta que blanquee. Luego añadimos vainilla y seguimos batiendo.
A continuación, vamos mezclando nuestro merengue con las yemas con movimientos envolventes. Y después la harina de la misma forma. Cuidado que no se baje!!!
Una vez todo mezclado lo vertemos en una bandeja con papel sulfurizado. Precalentamos a 170 grados nuestro horno. Tenemos cuidado de no quitarle aire a nuestra masa. Nos ayudamos de una espátula para que quede uniforme. Horneamos unos 10-15 minutos.
Una vez listo lo dejamos enfriar 10 minutos. Luego colocamos un papel de horno encima del molde y le damos la vuelta. Quitamos con cuidado el papel del horneado.
Ahora viene lo difícil jeje. Con ayuda del papel, vamos enrollando el bizcocho que aún está caliente. Poco a poco para no romperlo. Lo dejamos en esa posición hasta que enfríe por completo.
Para el almíbar vertemos el agua, el azúcar y el licor en una cacerola. Dejamos que hierva unos minutos y listo.
Con el bizcocho frío y el almíbar templado, es perfecto para pintar el interior. Después batimos nuestro ganache de chocolate blanco para que quede cremoso de nuevo y rellenamos el bizcocho. Añadimos las fresas troceadas.
Volvemos a enrollar con cuidado. Cortamos una rodaja en un extremo y otra en diagonal en el otro extremo. Pondremos el tronco en la base que utilizaremos para presentarlo. Podéis poner papel en la base para que no se manche demasiado mientras lo decoráis y el acabado será impecable. Pegamos las dos rodajas con el ganache de chocolate.
Ahora toca decorar el tronco. Podéis ayudaros de un tenedor o espátula pequeña. Dibujad círculos, rayas, lo que más os guste. Este paso fue el que más me entretuvo y cuando me di cuenta no había hecho fotos del proceso. Sorry! Andaba un tanto emocionada dándole la forma al tronco. Una vez terminada la decoración dejamos reposar en la nevera antes de servir para que se endurezca el chocolate del todo. Espolvoreamos con azúcar glass antes de servir.
Qué emoción fue para mí elaborarlo. Era una de esas tareas pendientes. Os aconsejo que probéis esta versión con fruta que sienta de maravilla. Por supuesto podéis cambiar de fruta o de relleno. En mi caso escogí el chocolate blanco porque le va genial a las fresas que, con el contraste de la cobertura de chocolate negro, es un sabor más que interesante.
Qué nos gustan estas recetas en casa. Estamos a 11 de diciembre y ya han probado el tronco de navidad entre otras pruebas que ando haciendo estos días jeje. La verdad es que en ese sentido sí que hemos comenzado la Navidad. Pues ya ando pensando en panettones, galletas de jengibre...ya os iré contando muy pronto en próximas recetitas. Un saludo muy dulce a todos!!!