Vamos con los ingredientes. En primer lugar, para la masa:
- 1/2 kg de harina de fuerza.
- 350 ml de agua
- 12 g de levadura fresca
- 8 g de sal
- 10 ml de aceite de oliva virgen extra
Encima de la masa añadiremos algunos toppings. Yo recomiendo los siguientes: - Media cebolleta
- Tomates semisecos (unos 5)
- 6 aceitunas verdes o negras
- 1 cucharadita de sal gruesa, otra de orégano y otra de romero
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Primer paso. Se disuelve la levadura en el agua y se añade el aceite. Se mezcla todo bien y se añade la harina, removiendo con ayuda de un utensilio. Cuando se haya mezclado todo, se añade la sal y se tapa con un film transparente, dejando reposar durante 20 minutos.
Segundo paso. Tras ese tiempo, se eliminan los gases que han surgido en la fermentación y se deja reposar durante 20 minutos. Se repite el proceso una vez más, hasta 3 amasados y 3 reposos.
Tercer paso. Después del tercer proceso de eliminación de gases, se prepara la fermentación. La masa estará muy húmeda, por lo que la colocamos en un nuevo bol untado con aceite y se deja esperar un mínimo de 12 horas en la nevera. Este proceso puede dejarse hasta 3 días en total.
Cuarto paso. Una vez que la fermentación haya terminado, se realizan pliegues para eliminar los gases de la fermentación y se coloca toda la masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno.
Quinto paso. Cuando se haya extendido la masa, pondremos todos los ingredientes por encima. En mi caso, cebolleta en juliana, aceitunas y los tomates semisecos que he hidratado previamente. Por último, aromatizo con orégano y romero y un poco de AOVE. Se hornea a 25 minutos a 230 ºC con calor por arriba y por debajo.