Fue allí, con las verduras de ese huerto, donde me dijeron: esto se hace así y asado, ahí tienes el huerto y mañana comemos tombet o tumbet. Así que nada, Marta y yo, después de darnos el pertinente baño en la represa que tenía el molino, que también tenía esa maravillosa casa, fuimos al huerto a recolectar y luego hicimos esta maravilla de la cocina mediterránea y que tan buenos y bonitos recuerdos me trae. Con el paso del tiempo, seguro que tiene alguna licencia por mi parte, que espero me perdonen los puristas.
4 berenjenas medianas cortadas a láminas
3 calabacines cortados a láminas
3 patatas medianas cortadas a láminas
4 pimientos cortados por la mitad a lo largo y sin pepitas
Aceite de oliva abundante para freír
Un cebolla cortada en daditos para el tomate
1 lata grande de tomate triturado, ya que en estas fechas ya no tenemos los deliciosos tomates de verano
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra para el tomate.
Azúcar si la necesitara.
Sal y pimienta al gusto
Orégano y tomillo
Todo cortado y todo listo. En aceite abundante, vamos friendo primero las patatas con los pimientos, luego la berenjena, luego los calabacines y vamos haciendo capas en una tartera, habiendo escurrido previamente cada tanda de verduras de aceite y salpimentando cada una. Así obtendremos una milhojas con la base de patata y pimiento, luego de berenjena y luego de calabacín.
Mientras en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio, doramos la cebolla con un poquito de sal. Cuando ésta esté transparente, añadimos el tomate y lo salpimentamos. Si está ácido, añadimos azúcar hasta rectificar, pero solo un poco. Esta acidez contrasta muy bien con el resto de las verduras. Tapamos y dejamos reducir unos 15 minutos, no queremos un tomate frito, sino una salsa. Apartamos.
Vertemos el tomate por encima de nuestra milhojas, y añadimos un poco de tomillo y orégano. Horno a 200ºC, por arriba y por abajo unos 10 minutos y luego solo a gratinar, hasta que veamos que empieza a tostarse levemente el tomate. Listo
Prudencia, respeto y cariño, son la base de las relaciones, de la vida en general y en estos días falta de todo por todas partes. A ver si se va centrando el personal, que falta nos hace. Un beso