TUMBET O TOMBET MALLORQUINA

Esta receta la conocí hace más de 25 años en Galicia, cerca de Villa de Cruces. En una finca que se llamaba la Balsiña. Allí vivían el tío Folo y la Tía Paqui, castellano él y mallorquina ella. Además de una casa preciosa y dos perros mastines adorables y enormes, tenían una cocina de fuego de leña, que nunca podré olvidar. Fuera había un horno de leña maravilloso, donde cocinamos alguna vez algún cabrito salmantino y algún salmón, ¡Ah que recuerdos!. Pero, además de todo eso tenían un huerto mantenido por ellos, lleno de pimientos, berenjenas, calabacines, zanahorias, etc. Una verdadera maravilla.

Fue allí, con las verduras de ese huerto, donde me dijeron: esto se hace así y asado, ahí tienes el huerto y mañana comemos tombet o tumbet. Así que nada, Marta y yo, después de darnos el pertinente baño en la represa que tenía el molino, que también tenía esa maravillosa casa, fuimos al huerto a recolectar y luego hicimos esta maravilla de la cocina mediterránea y que tan buenos y bonitos recuerdos me trae. Con el paso del tiempo, seguro que tiene alguna licencia por mi parte, que espero me perdonen los puristas.






4 berenjenas medianas cortadas a láminas

3 calabacines cortados a láminas

3 patatas medianas cortadas a láminas

4 pimientos cortados por la mitad a lo largo y sin pepitas

Aceite de oliva abundante para freír

Un cebolla cortada en daditos para el tomate

1 lata grande de tomate triturado, ya que en estas fechas ya no tenemos los deliciosos tomates de verano

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra para el tomate.

Azúcar si la necesitara.

Sal y pimienta al gusto

Orégano y tomillo

Todo cortado y todo listo. En aceite abundante, vamos friendo primero las patatas con los pimientos, luego la berenjena, luego los calabacines y vamos haciendo capas en una tartera, habiendo escurrido previamente cada tanda de verduras de aceite y salpimentando cada una. Así obtendremos una milhojas con la base de patata y pimiento, luego de berenjena y luego de calabacín.

Mientras en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio, doramos la cebolla con un poquito de sal. Cuando ésta esté transparente, añadimos el tomate y lo salpimentamos. Si está ácido, añadimos azúcar hasta rectificar, pero solo un poco. Esta acidez contrasta muy bien con el resto de las verduras. Tapamos y dejamos reducir unos 15 minutos, no queremos un tomate frito, sino una salsa. Apartamos.

Vertemos el tomate por encima de nuestra milhojas, y añadimos un poco de tomillo y orégano. Horno a 200ºC, por arriba y por abajo unos 10 minutos y luego solo a gratinar, hasta que veamos que empieza a tostarse levemente el tomate. Listo

Prudencia, respeto y cariño, son la base de las relaciones, de la vida en general y en estos días falta de todo por todas partes. A ver si se va centrando el personal, que falta nos hace. Un beso





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