Hacía mucho tiempo que no preparaba una receta salada. He estado aprovechando los últimos cartuchos del verano para preparar algún dulce pero ahora me vuelvo a poner las pilas con las recetas saladas. Os traigo una fantástica versión de la ensalada caprese, una "falsa" ensalada capees en realidad. Me encantan los colores de esa ensalada y me he basado en ella para preparar esta versión.
La original lleva hojas de albahaca y mozzarella. Mi versión, sin embargo, está hecha con espinacas y con queso de cabra, ingredientes "más de estar por casa". Y aunque el sabor no sea el mismo, no le tiene nada que envidiar, os lo aseguro. Ahora mismo no sabría decir cuál me gusta más, si mi versión o la original. Seguro que encuentro detractores ante este comentario, gente que lo tome como un sacrilegio, pero yo, ya lo he soltado.
Espero que os animéis a prepararla porque no tiene nada. Todos los ingredientes podéis encontrarlos en el "súper" y prepararla cualquier día. Es una buena alternativa a la ensalada tradicional, con un toque diferente, el que le da el pesto. ¡Espero que os guste la receta!
"Falsa" ensalada caprese
Dificultad: Fácil
Etiqueta: Ensalada
Receta pesto: Aderezo
Ensalada
Espinacas frescas
Tomates cherry
Queso de cabra
Aceitunas negras
Para la salsa pesto
150 ml de aceite
10 hojas de albahaca
60 gr de parmesano rallado
40 gr de piñones
1/2 de ajo
Sal
- Comenzamos preparando la salsa pesto. En un mortero ponemos las hojas de albahaca, los piñones, la sal y el ajo. Machacamos bien.
- Añadimos el aceite de oliva y seguimos machacando para que se integre.
- Añadimos el queso parmesano y machacamos.
- Probamos el punto de sal y añadimos si es necesario. Ya tenemos lista nuestra salsa pesto.
- Para montar la ensalada, colocamos las hojas de espinacas, los tomates cherry partidos por la mitad, las aceitunas y el queso de cabra en el bol donde la vayamos a servir.
- Añadimos salsa pesto al gusto. Servimos en frío.
¡A disfrutar!
- La salsa pesto podéis encontrarla en cualquier supermercado si no queréis hacerla en casa. Hay algunas muy buenas.
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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