Para unos 4 comensales
3 patatas lavadas y cortadas a gajos
1 boniato o batata lavado y cortado a gajos un poco menores que las patatas
1 cebollas grandes, pelada y cortada en 8 gajos
1 puerro grande lavado sin pelar y cortado en 4 trozos
3 pimientos verdes
1 calabacín grande cortado en gajos
2 berenjenas medianas o 1 grande, cortada en gajos
Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
Romero y tomillo fresco
Para la salsa:
1 lata de tomate triturado de 800 g
3 dientes de ajo picados muy pequeños.
Sal, pimienta, azúcar al gusto
3 cucharadas de Aceite de oliva virgen extra
Empezamos por la salsa. En un perol o sartén colocamos el aceite, con los ajos a fuego lento. Cuando empiecen a dar olor añadimos el tomate que aderezaremos con sal y pimienta y al menos una cucharadita de azúcar para frenar la acidez. Tapado, fuego lento, unos 15 minutos. ¡OJO! No es un tomate frito, sino una salsa, no ha de quedar seco y concentrado, ha de ser suave y rico.
Ponemos todas nuestras verduras en un recipiente de horno con aceite, sal y pimienta, romero y tomillo frescos. Removemos con las manos y tapamos con papel de aluminio unos 25 minutos con el horno por arriba y por abajo a 200ºC. Pasado este tiempo quitamos el papel y dejamos al horno con ventilador a unos 180ºC, 15 minutos mínimo, hasta que empiecen a dorar las verduras. Si están tiernas las patatas y los boniatos está listo, si no, unos minutos más
Ponemos las verduras en el plato y rociamos con la salsa de tomate. Sencillo y delicioso