Esta semana le toca estrenarse a un postre que tenía ahí en el tintero y que, por fin, he tenido el placer y el gustazo de cocinar. Si a ello le sumamos que tenía en casa un bote de Fluff (crema de marshmallows) que me miraba con ojillos golosos, como el gato de Shrek... Vamos, que no he podido negarme y el bote ha pasado a mejor vida. ¿Te imaginas poderte comer un dulce que es una mezcla entre una galleta, un bizcocho y un pastelito bien rico? Pues sí, todo eso unido da lugar a estos WHOOPIES DE FRUTA DE LA PASIÓN.
Este postre es originario de Estados Unidos, más concretamente de la zona de Pensilvania, donde los Amish los empezaron a hacer populares, hasta propagarse por todo el país. Aquí en España son poco conocidos, pero para eso estamos todos nosotros... ¡para darlos a conocer!
INGREDIENTES PARA LOS BIZCOCHOS (para unas 20 mitades):
ELABORACIÓN:
1. Mezcla la mantequilla a temperatura ambiente con los dos tipos de azúcar.
2. Añade el huevo y sigue batiendo hasta que la mezcla sea homogénea.
3. Pon unas cucharaditas de pasta de fruta de la pasión Home Chef. La cantidad depende de tu gusto.
4. Tamiza la harina encima de la mezcla y bátela, pero a partir de este punto, a la velocidad mínima de tu batidora para que la masa no quede dura.
5. Vierte la leche y termina de batir.
6. Te quedará una masa similar a ésta:
7. Con un par de cucharas o con una cuchara de helado pequeña haz bolitas de masa con cuidado de que todas sean del mismo tamaño. Ve poniéndolas en una bandeja o placa de metal forrada con papel de horno dejando cierta separación porque se expandirán durante el horneado. Antes de hornear, déjalos enfriar media hora en la nevera.
8. Hornea durante 10-12 minutos a 180ºC. Cuando el bizcocho haya subido y esté tierno, estarán listos. Recuerda precalentar el horno antes.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE FLUFF:
ELABORACIÓN:
1. Bate la mantequilla a temperatura ambiente durante 5 minutos a máxima potencia para que se airee y quede cremosa.
2. Tamiza el azúcar glasé por encima y sigue batiendo otros 5 minutos más.
3. Por último, añade pasta de Fluff al gusto. Yo fui bastante generoso y le puse el bote entero... ¡Pero mereció la pena!
4. La crema resultante deberá quedarte parecida a ésta:
5. Pon la crema en una manga pastelera con la boquilla que más te guste y rellena una de las mitades con bastante crema. No seas rácano porque con más crema está más rico, para qué nos vamos a engañar.
6. Para finalizar, cierra el sandwich con otro bizcocho del mismo tamaño. Si quieres, también les puedes espolvorear un poco de azúcar glasé por encima.
Y estos bocaditos tan apetecibles son el resultado final del proceso: tiernos, con un sabor increíble a fruta de la pasión, la crema deliciosa y muy ligera. En fin, todo en su conjunto está de muerte. Además, el día siguiente y el siguiente estarán todavía más ricos. Por eso, los puedes guardar en una cajita hermética durante una semana... ¡si es que llegan a tanto!
He de reconocer que este postre está riquísimo. De hecho, es uno de los que más me han gustado y, con el paso de los días, la textura y el sabor del whoopie se intensifican y están mucho más ricos. Así que te animo a que los prepares y te des este pequeño capricho que tanto merece la pena.
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Te espero la semana que viene con otra receta riquísima en la que tendrás que amasar y pringarte un poco las manos. A mí me encanta y me relaja muchísimo.
¡Feliz semana y un abrazo enorme!
Jon