Me he basado en una receta de Karlos Arguiñano, pero él usa Romero, que yo no le pongo y, además, emplea jamón serrano, mientras que yo me he ido a algo más baratito y he usado jamón de York. Hay que abaratar el plato al máximo.
Queda de lujo, probadlo y me contáis.
Ingredientes:
- 4 calabacines medianitos
- 1 cebolla mediana (Arguiñano emplea 2 cebolletas)
- Taquitos de jamón york (yo compro un rulo y voy cortándolo en cuadraditos)
- Bechamel (puede ser de brick o hecha en casa, la receta AQUÍ)
- Queso rallado
- Sal
Preparación:
Pelamos y picamos la cebolla y la ponemos a pochar en una satén con un poco de aceite de oliva.
Lavamos los calabacines, con su piel, y los cortamos en cuartitos (como para tortilla). Los añadimos a la sartén con la cebolla, sazonamos (aquí es donde Arguiñano agrega romero) y dejamos que se poche bien. Escurrimos y colocamos en una fuente apta para horno.
Agregamos los taquitos de jamón york (Arguiñano pica el jamón serrano y lo rehoga un poquito, después va haciendo una bechamel agragando el resto de ingredientes) y mezclamos.
Cubrimos con la bechamel y espolvoreamos queso rallado por encima.
Con el horno precalentado a 180º C, dejamos que se gratine el queso y listo para servir.
Fácil, rico y baratito.