Con Kath nos conocimos de niñas e hicimos “click”. Somos primas de segundo grado, y si bien no nos vemos muy seguido, tenemos una de esas amistades que trasciende en el tiempo.
Hace un tiempo mientras nos actualizábamos en las vidas respectivas me invitó a escribir para su blog, me encantó la idea y aquí me tienen.
Mi nombre es Bárbara y mis amigos me llaman Gupi. Nutricionista de pasión y profesión, no creo en las “dietas de fotocopia” ni el “comer cada tres horas”. Estoy segura que el éxito se funda en los hábitos y el trabajo por objetivos de forma individual.
En esta ocasión les traigo un post con 7 trucos simples y de aplicación práctica que te ayudarán a comer mejor. Solo debes tener perseverancia y ganas de construir una mejor alimentación.
1. Define objetivos simples
En lugar de seguir una dieta de moda con muchas reglas, define solo un objetivo. Por ejemplo, “comer verduras dos veces al día”. Suena como algo fácil pero es un gran cambio. Cuando nos hayamos acostumbrado podemos añadir otro objetivo, no antes.
2. No hagas trampa en el solitario
Suena absurdo jugar un juego como el solitario (juego de cartas en que participas solo) y hacer trampa. No tiene objetivo hacerlo. Lo mismo sucede con la comida. Ir al supermercado y traer chatarra a la casa con la excusa de “qué es para otro” o “que no lo comeré” es algo equivalente pero usual. Todos somos diferentes, pero un ansioso sabe que aún cuando se diga a si mismo que “comerá solo una galleta”, será imposible mirar el paquete y no terminarlo. Primero debemos reconocer cómo y cuando nos engañamos, hacernos consientes y remediar.
3. Adopta una botella
Y llénala con agua. Puedes agregar algunas gotas de limón, hierbas o frutas, pero idealmente nada con endulzantes artificiales. El consumo regular de agua, además de hidratarnos resulta en un menor consumo de energía a lo largo del día a través de la regulación de la sensación apetito/saciedad. Quienes se hidratan con frecuencia son menos propensos a comer ansiosamente y confundir sed con hambre.
4. Prepárate
Deja tu almuerzo listo la noche anterior. Sea este cocinado por ti o comprado.
La planificación anticipada hace que sea más fácil salir por la puerta con un almuerzo saludable.
5. No vayas al supermercado con hambre
Anda siempre después de comer. El hambre fisiológica nos lleva a malas decisiones y carros más altos en comida chatarra.
6.- Genera una “lista de compras”
Planea tus comidas y haz una lista. Cuando haces compras de lista (idealmente solo una vez por semana), las tentaciones innecesarias no llegarán a tu carro tan fácilmente. Tus cuentas y tú estarán más en forma de este modo.
7.- Asume que no eres perfecto
Y qué la perfección no existe. Existen los estilos de vida. Comer una cosa no nos hace saludables o no. Es el conjunto de cosas que consumimos en el día, semana, mes, año Si decides ir por un pastel, disfrútalo. Y sigue con tu vida, no por comer UNA cosa decidas que es el día de la chatarra, luego el fin de semana y finalmente “retomo el Lunes”. Las decisiones son consientes y diarias.
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