Este verano no estoy teniendo tiempo ni para cocinar, por eso, cuando lo hago elijo recetas muy sencillas, sin renunciar a los sabores que me gustan. Es el caso de este ajoblanco de melón que vi en un libro y me sedujo desde el principio. Y es que las frutas dan cada vez más juego en las comidas, ya no sólo en el postre sino en los platos principales. El ajoblanco va acompañado de unos langostinos a la plancha, que he presentado en unas brochetas junto con esferas del mismo melón.
INGREDIENTES:
250 gr. de almendras peladas crudas
500 gr. de melón
1 rebanada grande de pan
1 diente de ajo
200 ml. de agua
Vinagre de vino blanco
12 langostinos
100 ml. de aceite de oliva virgen extra (el mío Parque Oliva Serie Oro, que podéis adquirir en Oleo Boutique)
PREPARACIÓN:
Dejamos las almendras en remojo la noche antes. Cortamos al día siguiente el melón en dados, En e vaso de la batidora ponemos el melón, las almendras, el diente de ajo, el pan, el agua, vinagre al gusto y el AOVE. Sazonamos y trituramos. Colamos por un colador chino y reservamos en la nevera unas horas para poder servirlo bien frío.
A la hora de servir prepararemos los langostinos, podéis pelarlos antes de pasarlos por la plancha o dejarlos con la piel como he hecho yo, desechando las cabezas. Servimos el ajoblanco junto con las brochetas o si los habéis pelado añadís los langostinos al ajoblanco, junto con unos daditos de melón y un poquito de perejil picado.
Ya veis que es bien sencillo, fresquito y además riquísimo, y con ese sabor a melón estupendo. Aprovechad las frutas que tenemos en los mercados en esta época, porque, como ya os he dicho, dan mucho juego en la cocina.
Feliz martes.