Lo bueno que tiene esta receta, es que se puede preparar de mil maneras distintas, ya que podéis cocinarlas con muchas salsas distintas y siempre os quedarán de maravilla.
Ingredientes (para 4 personas)
300 gr de carne picada de cerdo
300 gr. de carne picada de ternera
1 rebanada de pan de molde sin corteza
1 huevo
100 ml. de leche
Pimienta negra molida al gusto
Ajo en polvo
Perejil picado
Sal
Harina de trigo
Ingredientes para la salsa
2 zanahorias grandes
200g de guisantes (pueden ser congelados)
1/2 cebolla
300g de tomate triturado al natural
1 vasito de vino blanco
Aceite de oliva
Agua caliente o el caldo de hervir las zanahorias y los guisantes
Sal
Preparación
Lo primero que haremos, será poner en un bol la leche y añadiremos el pan troceado. Lo dejaremos un ratito e remojo con la leche, para que vaya absorbiendo la leche.
En otro bol, añadiremos toda la carne, el ajo, el perejil, la sal y la pimienta, junto con el huevo y; además, añadiremos el pan que ya habrá absorbido la leche.
Amasaremos con las manos todos los ingredientes.
Dejaremos reposar la masa durante unos 30 minutos, como mínimo.
Trascurrido este tiempo, con la ayuda de una cuchara sopera, cogeremos porciones de la masa e iremos formando las bolitas, cuando las tengamos hechas, las pasaremos por harina de trigo y las reservaremos.
Pelaremos y picaremos la cebolla y la dejaremos reservada para usarla posteriormente.
Limpiaremos, lavaremos y picaremos en daditos pequeños, las zanahorias y también las dejaremos reservadas.
Pondremos al fuego una olla con agua y sal y añadiremos las zanahorias, cuando empiecen a espumar, añadiremos los guisantes (en el caso de que los uséis congelados, no es necesario que los descongeléis previamente).
Dejaremos al fuego, hasta que las zanahorias estén al dente. Una vez estén en este punto, las retiraremos y las dejaremos en un colador.
Mientras estábamos cociendo las verduras, pondremos al fuego una cazuela con un chorrito de aceite y cuando esté bien caliente, añadiremos las albóndigas, las freiremos por todos los lados.
Cuando estén doradas, las retiraremos y reservaremos en papel absorbente.
En la misma cazuela, incorporaremos la cebolla y dejaremos que se vaya pochando.
Al empezar a estar pochada, añadiremos el tomate, junto con la pizca de sal y dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Pasados unos minutos, agregaremos el vino y removeremos bien, para que el alcohol se vaya reduciendo.
Incorporaremos las albóndigas e iremos mezclando todos los ingredientes, para que se vayan integrado.
Añadiremos el agua, y dejaremos que vaya cociendo, hasta que empiece a hervir.
En este momento, incorporaremos las verduras, junto con un poco más de agua, rectificaremos el punto de sal y dejaremos cocer todo junto, durante aproximadamente unos 15 minutos.
De vez en cuando, iremos removiendo la cazuela, para que todos los ingredientes se vayan mezclando.
Esta receta es perfecta para dejar cocinada de un día para otro, o para llevarla en el táper, ya que en un solo plato, obtendremos todos los nutrientes de la carne y las verduras.
Además, al dejarla reposar, su sabor se intensificará.
Si veis que en el momento de calentar la comida, os queda la salsa demasiado espesa, podéis añadir un poco de agua, junto con una pizca de sal.
Nota: si no vais a utilizar todas las albóndigas, las podéis dejar congeladas, sin pasarlas por la harina.