Yo suelo comer de todo pero conejo ufffffffff, pues como no... se me hace una bola en la boca y me lo paso de carrillo a carrillo antes de tragármelo. Creo que la famosa frase friki la podemos adaptar perfectamente a mí con eso de : "Myriam cómete el conejo, recorcholis" jajajaja me suena peor recorcholis que el taco que iba ahí jajajajaja.
Vaya comienzo para "venderos" la receta, ehhh!! soy única cuando me lo propongo, pero bueno vamos a arreglar esto enseguida.
Desde que hice estas albóndigas ADORO EL CONEJO!! sisi que no exagero, que es verdad. Que cosa más rica de albóndigas, me encantaron y ahora nadie me dirá "comete el conejo" jajajajaja. Ahhh!! si que tengo abuela pero la tengo tan lejos que yo misma me tiro flores, como sé que alguien me lo va a decir pues ya me digo yo misma, no?... (no me podéis ver pero ahora os estoy sacando la lengua, :P )
Venga voy a explicaros la receta que es muy sencilla pero algo más laboriosa que otras albóndigas, os he dicho que están buenísimas?? que no!! pues nada venga a coger papel y boli y a apuntar la receta yaaa porque están... sisi deliciosas!!
Ingredientes:
1 conejo deshuesado (guardar los huesos)
200 grs. de panceta ahumada.
3 cebollas.
2 zanahorias.
1 cabeza de ajos.
500 ml. de cerveza negra.
500 ml. de caldo lo haremos con los huesos del conejo.
1 huevo.
3 tomates maduros.
300 grs. de guisantes congelados.
Pan rallado.
Sal, pimienta negra y nuez moscada.
Preparación:
Lo primero que haremos es un caldo con los huesos del conejo, 1 cebolla y 2 zanahorias.
Ahora empezaremos cortando la panceta muy pequeña y la doraremos ligeramente en una sartén grande con un poco de aceite, la sacaremos y en la misma sartén doraremos el conejo salpimentado, lo sacaremos y lo reservaremos junto a la panceta.
En la misma sartén pondremos la cebolla cortada y la cabeza de ajos pelada y a trocitos también. Lo doraremos un poco a fuego suave sin que se doren los ajos y le pondremos la panceta y el conejo que tenemos reservado. Poner una cucharita pequeña de nuez moscada y cubrirlo con la cerveza y el caldo. Cocer unos 20 minutos.
Ahora lo colaramos y reservaremos este caldo que será la base de la salsa.
La carne la podemos, bien triturar todo o picarlo muy pequeño. Yo lo trituré y me quedó como la carne rustida de los canelones, pero si os gusta más la otra textura vosotros mismos, así estaba deliciosa.
En un bol pondremos la carne picada, un huevo batido y 2 o 3 cucharadas de pan rallado, lo removeremos bien todo y veremos si nos hace falta más pan rallado. Nos tienen que quedar unas albóndigas muy muy jugosas así que controlar muy bien el tema del pan rallado. Las enharinamos y las freímos en aceite de oliva, no hacerlas demasiado ya que la carne ya estaba guisada de antes.
Ahora haremos un sofrito en la misma sartén de antes con 3 tomates y una cebolla y cuando veamos que está bien echo pondremos el caldo de la cerveza que teníamos reservado, los guisantes y cocer a fuego bajo unos 15 minutos.
Por último pondremos las albóndigas y dejaremos cocer unos 10 minutos más. La salsa se espesará con la harina que llevan las albóndigas, si veis que se espesa demasiado yo guardé un poco del caldo que hice con los huesos del conejo para ver si al final me hacía falta ponerle un poco y le tuve que poner un par de cazos al final de la cocción.
Ahora solo nos queda coger un poco de pan, o mucho según lo panarras que seáis y disfrutar de estas albóndigas.
El toque "ahumado" que le proporciona la panceta para mí es la base de esta receta, así que comprar una buena panceta ahumada porque valdrá la pena.
Espero vuestros comentarios para saber que tal os a parecido las albóndigas y que os animéis a hacerlas.
Nos vemos el Viernes por aquí con una receta bien dulce o en Facebook.
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