Pocas flores serán más nutritivas y saludables como las alcachofas. Sabido es que la alcachofa no es un fruto sino una flor. Fea, sí. Pero flor a fin de cuentas y como todas las flores tiene su belleza. La suya está en el interior y se ve cuando la liberamos de esta especie de coraza de guerrero con la que se protege. Cuando las ponemos a hervir en abundante agua se reblandecen y pierden esta consistencia guerrera. Y si encima le añadimos unos taquitos de jamón su aparente violencia se amansa.
RECETA
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INGREDIENTES
8 alcachofas
1 cucharadita de harina
1 limón
1 cucharadita de pimentón dulce
2 dientes de ajo
Unas ramas de perejil
100 g de tacos de jamón
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN
Preparar una olla con abundante agua, el zumo de un limón y unas ramitas de perejil.
Limpiar las alcachofas retirando las hojas exteriores hasta llegar a la parte más tierna. Cortar la punta y partir las alcachofas por la mitad. Con la punta de un cuchillo retirar los pelillos del corazón y meter en la olla con el limón y el perejil para evitar que se oxiden.
Ponerlas a hervir en una olla con agua, unas rodajas de limón, unas ramitas de perejil y un poquito de sal. El tiempo de cocción dependerá de lo tiernas que sean. Sacar, escurrir y reservar el caldo de cocción.
En una cazuela echar un chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente dorar los 2 dientes de ajo laminados. Cuando empiecen a dorarse añadir el jamón en tacos. Rehogar unos minutos. Echar una cucharadita de pimentón con mucho cuidado de que no se queme, a continuación una cucharada de harina y dejar tostar bien. Añadir un poquito del agua de la cocción, remover la salsa.
Colocar las alcachofas por encima y dejar hervir unos minutos para que espese bien la salsa y se integren los sabores. Si vemos que quedan muy secas añadimos más agua de cocción.
Servir bien calientes.