La alcachofa es propia del invierno. Están disponibles desde otoño hasta primavera. La alcachofa es en realidad el brote de un cardo: una flor. El corazón es completamente comestible ¡y sorprendentemente delicioso!
Hay muchas formas de cocinar las alcachofas, las podemos hervir, freír, asar a la parrilla, estofar o rellenar y hornear.
Uno de los métodos más rápidos y fáciles para cocinar alcachofas es la ebullición. Con este método conseguiréis un corazón de alcachofa realmente tierno e hidratado. Así cocinada, la alcachofa no tiene tanto sabor como cuando la hacemos al horno o a la plancha pero es muy fácil de combinar con otros ingredientes y sazonarla como más nos apetezca. De hecho, combinan muy bien con mantequilla, queso de cabra, queso parmesano, queso feta, salsa holandesa, mayonesa, con espinacas, cebolla, aguacate, berenjena, tomates secos, patatas, rúcula, pimienta, tomillo, albahaca y por supuesto con nuestro sublime aceite de oliva virgen extra.
Alcachofas salteadas con jamón y cebolla Cuando vayáis a comprar las alcachofas, apretadlas y aseguraos de que están duras como una piedra. Compactas, bien formadas, de color verde claro y con las hojas bien apretadas. Si están “blandurrias” mejor no las compréis.
Para comprobar que están frescas apretad la alcachofa cerca del oído y si escucháis un crujido está fresca. Si las hojas están blandas en la base o se abren con facilidad, o veis que algunas hojas tienen un color pardo, eso significa que la alcachofa no está fresca.
Lo mejor es consumirlas lo antes posible y mejor conservarlas en la nevera. Si no vamos a gastarlas inmediatamente podemos congelarlas. Antes las tendremos que limpiar y hervir un par de minutos y guardarlas en bolsas (como hacemos con el pan). Así las podemos usar en el momento que las necesitemos y no hace falta descongelarlas antes ya que las podemos meter directamente en agua hirviendo, en un arroz o en un guiso que estemos preparando.
Alcachofas con jamón
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Para 2 personas: 6 alcachofas frescas50 gr de jamón en lonchas finas (mejor ibérico)
1 cebolla pequeña
un poco de cebollino (opcional)
1 diente de ajo
Perejil
Aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida.
Preparación
Para preparar las alcachofas, disponed un bol con agua y zumo de limón (el zumo de medio limón por cada litro de agua). Quitad con las manos las hojas exteriores más duras hasta llegar a las hojas que están un poquito más amarillas. Pelad el rabo y cortad el extremo inferior de la alcachofa (el extremo opuesto al del rabo). Partidlas en cuartos e id poniéndolas en el bol a medida que las vayáis preparando, para evitar que se oxiden y se pongan negras. Poned una olla al fuego con agua y cuando rompa a hervir añadid un poco de sal. Echad las alcachofas a la olla y dejadlas hervir unos 15 minutos a fuego medio-bajo. Cuando las alcachofas estén listas, escurridlas.Pelad y cortad la cebolla y el ajo en brunoise y en sartén con un poco de aceite salteadlas hasta que se vean doradas. Añadid el jamón cortado en tiritas finas y cocinadlo todo junto un par de minutos. Sacadlo y reservadlo.
En la misma sartén que hemos preparado la cebolla con el jamón, echad un chorrito de aceite y saltead las alcachofas a fuego fuerte para que se doren un poquitín, un par de minutos. Salpimentadlas.
Agregad de nuevo el jamón con la cebolla y removed pra que quede bien mezclado. Podéis añadir un poco de perejil cortado. Web: Commememucho
En cuanto a maridaje con vinos, los platos de alcachofa van muy bien con el fino, el amontillado y el cava, porque son vinos tranquilos.