Entre una cosa y otra nunca me surgía la oportunidad de prepararlo así que me decidí y puse los frijoles en remojo la noche anterior y me lancé a este exquisito plato bien criollo y delicioso. Es económico pero tiene algunos pasos indispensables para que salga bien. Leí muchas recetas, vi muchas opciones; pero yo quería el más auténtico que encontrara. La tarea no era fácil. Casi todas las recetas te decían que había que dorar las costillas de cerdo pero ahí acababa la historia con la carne, pensé que quedarían duras o por lo menos no hechas del todo ya que es una carne que debe tener su tiempo de cocción para que estén tiernas. Así que entre una cosa y otra me dije:"¿quién dijo miedo?" Me da un poco de vergüenza decirlo; pero quedó un plato exquisito, sabroso, las costillas tiernas e integrado todo perfectamente con el caldo de los frijoles negros, que creo que es lo que marca la unión y la suavidad de todo el conjunto, sin esos frijoles no sería lo mismo.
Ingredientes
1 Kilo de Costillar de cerdo con hueso (Dependiendo del hueso)
1 taza grande de Arroz (o largo o bomba)
5 cucharadas de Aceite de Oliva virgen extra (esta cantidad para toda la receta)
1 cucharadita de comino en grano
Sal
1 hoja de laurel
250 gramos de Frijoles negros (peso en seco)
Verduras
1 Pimiento rojo fresco (o medio, pues son muy grandes)
1 Pimiento verde alargado (tipo italiano)
3 dientes de Ajo
1 cebolla mediana
Preparación
Vamos por pasos, parece complicado si no me organizo para contarlo bien. A ver si soy capaz...que yo creo que sí.
Lo primero, poner en remojo los frijoles la noche anterior. Al día siguiente, quitar el agua del remojo y poner agua limpia y un poco de sal con una cucharada de aceite de oliva virgen y los ponemos a cocer a presión unos 30 minutos, en olla normal una hora, o hasta que veáis que están tiernas.
Sacamos los frijoles a un recipiente, bien escurridos. El líquido lo ponemos en otro recipiente o en alguna jarrita que tengamos a mano para usar este caldo para hacer el arroz y que nos sirva de medida.
En una olla, que es la que utilizaremos para hacer este arroz congrí, ponemos aceite de oliva virgen y freímos todas las costillas de cerdo cortadas, es decir en trozos medianos. Deben estar todos los trozos dorados. Se sacan y se reservan. Ponerles un poco de sal.
Mirad la imagen inferior. Ya están las costillas doradas y el caldo de los frijoles apartados.
Pelamos y cortamos muy pequeña toda la verdura (corte brunoise), la cebolla, el pimiento rojo (si es grande la mitad), el pimiento verde pequeño, yo utilicé uno italiano alargado y tres dientes de ajo medianos también cortados muy pequeños y se echa en la olla con el mismo aceite de oliva que hemos utilizado de haber frito las costillas de cerdo, dejamos la verdura 5 minutos removiendo bien, hasta que quede blanda.
Ponemos las costillas ya fritas dentro de la olla con la verdura y añadimos una cucharadita colma de comino en grano removemos unos dos minutos, ponemos unos dos vasos de agua caliente y tapamos la olla a presión y dejamos unos 20 minutos, en caso de utilizar una olla normal por lo menos tendrán que estar unos 45 minutos a fuego bajo. Abrimos la olla cuando se haya enfriado y mirad como se ha consumido casi todo el líquido, que es de lo que se trataba, pues el principal que hay que utilizar es el caldo de los frijoles.
Ahora echaremos el arroz ya medido, un vaso y medio o un cuenco de arroz bomba o largo; removemos bien un minuto a fuego bajo.
Añadimos el doble de cantidad de líquido que de arroz y para esto utilizaremos el caldo de haber hecho los frijoles.
Rectificamos la medida de sal y añadimos los frijoles en la cantidad que nos parezca bien, depende de lo que más nos guste. Mezclamos rápido moviendo la olla para que no se rompan los frijoles y a fuego medio dejamos que empiece a hervir, en el momento que rompa el hervor se semitapa y se baja el fuego; se deja así semitapado unos 15 minutos.
Se tapa completamente la olla (sin haber destapado antes para que no se vaya el vapor) y se deja otros 5 minutos más. Se apaga el fuego para dejarlo reposar unos minutos.
Se sirve inmediatamente. ¡Listo! Una auténtica delicia.
Habéis visto que parece complicado en principio; pero todo tiene su razón de ser para hacerlo de esta manera, la carne de cerdo hay que sellarla, se debe rehogar antes la verdura cortada muy pequeña, los frijoles deben estar ya hechos para añadirlos al conjunto y secos sin caldo, el arroz echarlo a último momento para que no se nos pase y quede abierto y pasado, oh my God! , esto no tiene remedio alguno.
Lo que os he contado es que en las recetas que encontraba siempre la carne se quedaría dura, sin hacerse del todo, frita y dorada pero no tierna y esto es lo que me tenía absolutamente despistada, pero claro, he cocinado tanto y tantos años que utilicé mi sentido común que como bien decía Oscar Wilde: "el menos común de los sentidos" y me dije: "debes cocinarlas más para que estén tiernas" si no lo hubiese hecho habrían quedado como una piedra, muy doraditas, monas, con buena pinta; pero duras como un hueso.
Se podría dejar todo hecho solo a expensas de echar solo el arroz en el momento de comer y tendríamos mucho adelantado.
Espero que os haya gustado esta receta exquisita, que la verdad es que nos encantó, al igual que a nuestros invitados, menos mal, pues a veces utilizo a los comensales como conejillos de indias, pobres...
Probad a preparar este plato tradicional americano.
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