Hay muchas recetas tradicionales fantásticas pero con esta receta de bacalao confitado, al prepararlo a baja temperatura y lentamente, se consigue un gran sabor. La receta es muy fácil y la podemos disfrutar en cualquier momento del año.
Son pocos los ingredientes que necesitamos pero lo importante es conseguir un bacalao desalado de calidad y un buen aceite de oliva virgen extra y ¡tenemos el éxito asegurado!
Bacalao confitado con ajos
Dificultad: fácil
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2 trozos de bacalao desalado por persona
ajos (1 ajo grande o dos medianos por cada trozo de bacalao)
aceite de oliva virgen extra
sal
Preparación
Pelad los dientes de ajo y cortadlos en láminas gruesas. En una sartén poned un dedo de aceite de oliva a calentar. Cuando esté caliente, añadid los ajos y los cocináis hasta que estén dorados. Retiradlos y reservadlos.
Esperad a que el aceite se haya enfriado un poco y volvéis a poner la sartén a fuego bajo y añadís los trozos de bacalao desalados. Dejad cocinar lentamente y le dais la vuelta de vez en cuando para que el bacalao se haga por ambos lados. El aceite debe estar ligeramente caliente para que el pescado se cocine en su punto. Obtendréis de esta manera un bacalao de una textura perfecta.
Si fuese necesario añadid sal pero no lo recomiendo. Lo normal es que el bacalao esté lo suficientemente salado.
Cuando estén hechos, sacamos los trozos de bacalao y los disponemos sobre el plato o platos en los que vayamos a servirlos. Poned por encima del bacalao los ajos fritos para servir.
El bacalao, al confitarse, suelta su jugo en el aceite. Podéis ligar este aceite con la batidora para conseguir un magnífico pilpil y poner un poquito por encima de cada trozo antes de servir.
Podéis acompañarlo con pimientos fritos o unas patatas al horno o fritas.
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