Así que, si os gusta el bacalao, no os lo perdáis. INGREDIENTES: 600 gramos de bacalao en trozos 1 cebolla mediana 50 gramos de piñones 2 dientes de ajo Perejil Aceite de oliva virgen extra Harina Agua Vinagre, sal y pimienta, y agua
PREPARACIÓN: Desalamos el bacalao: lo ponemos en un recipiente con tapa (que no sea de aluminio, según mi madre, aunque no sé por qué), cubierto de agua, y lo tendremos desalando durante 48 horas, cambiando el agua cada 8-10 horas (y manteniendo el recipiente en la nevera). O lo compramos ya desalado. Secamos con un paño los trozos de bacalao, y los enharinamos, sacudiendo el exceso de harina. Freímos en aceite caliente hasta que estén dorados. Reservamos. Rehogamos en el mismo aceite (puede hacer falta un poco más) la cebolla picada finita, a fuego medio-suave. Cuando lleve unos 10 minutos, agregamos el ajo picadito, la pimienta,el perejil picado, y los piñones triturados (pero que se noten trocitos, no hechos harina). Cuando se empiece a dorar, añadiremos un vaso de agua y un chorrín de vinagre. Mezclamos bien, y dejamos reducir la salsa a fuego medio-suave, durante unos 15 minutos. Probamos el punto de sal, por si hubiera que añadirle un poco. Cuando se vaya ligando la salsa, se pasa a una cazuela, colocamos en ella el bacalao, y se cocina todo junto durante 15 minutos a fuego suave. NOTA: Si la salsa quedara un poco líquida para nuestro gusto, podemos agregarle una cucharadita de Maizena "Espesante instantáneo"... pero, para ver cuál es el punto exacto de la salsa, es mejor esperar al momento en que lo vayamos a consumir. Este plato está mejor si lo preparamos de un día para otro, y congela muy bien.
Espero que os guste.
AVISO: El resultado del sorteo está en ESTA ENTRADA.