Vamos con los ingredientes. Os doy cantidades para unos cinco o seis comensales:
Berenjenas (dependerá del tamaño) yo usé en esta ocasión cuatro, dos de ellas eran pequeñas.
Pimientos (vuestros preferidos) yo usé tres medianos: rojo, verde y amarillo.
Una cebolla
Un tomate
500 g de carne picada de ternera (mejor si es ternera galega)
Queso en lonchas para gratinar
Y para la bechamel: 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de harina de trigo, 1/2 litro de leche, una pizca de sal y nuez moscada al gusto
Lo primero será precalentar el horno a 200 grados, con calor arriba y abajo. Mientras se calienta partimos las berenjenas longitudinalmente y les hacemos unos cortes como los que veis en la foto.
Metemos las berenjenas en el horno y empezamos a picar todas las verduras.
En un wok o sartén amplia sofreímos primero la cebolla y los pimientos. Cuando la cebolla empiece a transparentar añadimos también el tomate. Salpimentamos la carne picada y la añadimos cuando tengamos bien pochada la verdura.
Hemos tenido las berenjenas asándose en el horno durante aproximadamente media hora. Las vaciamos y picamos su pulpa que añadiremos al wok cuando la carne de ternera haya cambiado de color.
Mientras se guisa todo a fuego lento vamos a preparar una bechamel. Tengo un buen amigo al que le parece complicada su elaboración porque dice que siempre le queda grumosa. Yo os voy a dar mi “fórmula” para que os quede una bechamel estupenda. Calentáis en un cazo el aceite a fuego bajo e incorporáis la harina (mejor si la tamizáis) removiéndola con varilla hasta que adquiera un color tostado. En ese momento vais añadiendo poco a poco la leche caliente, una pizca de sal y nuez moscada al gusto. Es importante seguir removiendo todo el tiempo. Tiene que cocer un poco, cuando tenga el espesor deseado retiráis del fuego y seguís removiendo un par de minutos más. Si aún así os aparecen grumos no tengáis ningún reparo y usad la batidora.
Rellenamos las berenjenas, las cubrimos con una buena cucharada de salsa bechamel y una loncha de queso. Las llevamos de nuevo al horno, esta vez a gratinar.
Listas para emplatar, las podéis servir con lo que más os guste, en este caso rehogué unos tomatitos con una nuez de mantequilla, una pizca de sal, una cucharadita de azúcar moreno, orégano y albahaca. Pero podéis acompañarlas también con un sencillo arroz blanco, o una tiras finas de espárragos verdes con un hilo de aceite.
Como veis es una receta que lleva su tiempo, no tiene especial dificultad pero es de esos platos de cocina lenta que requieren mimo. Pero el resultado es tan delicioso que merece la pena dedicárselo.
“Berenjenas rellenas al horno” también está disponible en audio en iVoox
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