Parece que ya entramos en el verano, al menos aquí por el sur. El calor nos invita a tomar postres fresquitos y los helados vuelven ha hacer acto de presencia.
Aprovechando que estamos en temporada de fresas, os traigo un postre súper fácil, rápido, y que gusta a casi todo el mundo.
Como veis, la receta es muy simple y podemos hacerla en cualquier tipo de molde, no necesitamos máquina heladora. Yo he utilizado moldes individuales para flan, pero podeis usar cualquier molde que tengais en casa, aunque para los helados funcionan mejor los moldes metálicos.
Ingredientes:
350 gr. de fresas
200 ml. de nata (crema de leche) líquida para montar
200 gr. de azúcar glass (azúcar en polvo)
3 claras de huevo
Elaboración:
1.- Montamos la nata (crema de leche) líquida, y reservamos.
2.- Trituramos en la batidora las fresas y el puré lo pasamos por un colador de malla para quitarle todas las pepitas. Le añadimos el azúcar glass y mezclamos.
3.- Montamos las claras de huevo a punto de nieve.
4.- En un recipiente amplio, mezclamos el puré de fresas, la nata montada (crema de leche) y las claras montadas. Usaremos movimientos envolventes para que no se nos baje mucho la mezcla. Hay que integrar bién la clara montada y que nos quede todo de un tono uniforme, sin trozos blancos.
5.- Ponemos la mezcla en moldes individuales o en un molde de cake grande. Metemos en el congelador toda la noche.
Para servirlo, yo hice una salsa de fresas aparte. Para ello, trituré en la batidora un puñado de fresas y le añadí 3-4 cucharadas de mermelada de fresa.