Después de algunos excesos que podemos cometer en las vacaciones de verano, o en las de Navidad, viene bien desintoxicarse con algunas recetas detox, pero no por ello tenemos que renunciar a tomar algún dulce alguna vez que otra, eso sí, sin culpa, es por ello que he estado buscando recetas de bizcochos sin harina, pero la mayoría de las recetas que encuentro se refieren más "sin gluten" que a algo "fit", pues lo que hacen es sustituir la harina de trigo por harina de maíz o maicena, lo cual me encanta, pero no era lo que yo buscaba en ese momento.
Por eso esta receta me encanta, porque sólo se necesitan dos ingredientes (¡sí, dos!) y no lleva ningún tipo de harina, ni de trigo, ni de maíz, ni de arroz, ni de nada... y como plus es también apta para celíacos (comprobando que el chocolate esté libre 100%). Además se tarda muy poco en hacer y os pueden ayudar los más peques de la casa, ¡al mío le encantó!
Eso sí, os recomiendo que utilicéis más bien un molde pequeño, como de 15 cm, porque yo utilicé uno de 20 y se quedó bajito, por lo que usando uno de menor diámetro, os saldrá más alto, aunque si eso no es algo que os importe, podéis usar el que tengáis a mano o el que más os guste.
Ingredientes:
- 200 gramos de chocolate para fundir (una tableta)
- 4 huevos L
Elaboración:
1. Precalentamos el horno a 180º C y preparamos el molde forrándolo con papel vegetal. Reservamos.
2. Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con una varilla manual y reservamos.
3. Al baño María, o en el microondas en tandas de 30 segundos, derretimos el chocolate en trocitos para que nos sea más fácil y dejamos templar un poco.
4. Mientras, ponemos a montar las claras a punto de nieve con unas varillas eléctricas o un robot, hasta que estén bien firmes.
5. Sobre las yemas, vertemos el chocolate muy poco a poco en forma de hilo, para que no se nos cuajen. Y vamos mezclando hasta que quede homogéneo.
6. Una vez montadas las claras, iremos incorporándolas poco a poco a la mezcla de chocolate, con movimientos envolventes.
7. Vertemos toda la masa ya mezclada en el molde y horneamos 25 minutos. Al terminar, lo dejamos unos minutos más dentro del horno apagado y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
8. Una vez frío, podemos decorarlo con azúcar glass o, si queremos darle un sabor aún más intenso, con cacao puro en polvo, sale riquísimo!