Mi madre los hacía según lo que tuviéramos en el huerto. La mayoría eran de limón, ya que tenemos durante todo el año, otras veces de naranja, manzana,...
Cuando encontré esta receta de Sarah Graham, me recordó a esos bizcochos que en mi casa nunca faltaban, así que me puse a hacerla.
Me llamó la atención que el almíbar se hiciera con cardamomo, especie que la suelo tener en casa para aderezar los gintonics y que voy a utilizar para hacer un pastel.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
125 g de mantequilla
2 o 3 cucharaditas de ralladura de cáscara de naranja
1 taza de azúcar
3 huevos
2 tazas de harina con levadura tamizada
1 taza de yogur natural
Para el almíbar:
1/3 de taza de zumo de naranja
2 cucharadas de miel
6 vainas de cardamomo
Ya sabéis que la mantequilla que voy a utilizar y el yogur son sin lactosa. El yogur se puede cambiar por suero de leche.
Las dos cucharadas de miel se pueden cambiar por dos cucharada de azúcar. La miel que he utilizado es de lavanda, ya sabéis lo que me gusta esta planta aromática.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos el molde para hornear, puede ser cuadrado o redondo de 23 cm o en el molde donde hacemos pan. Forramos con papel de hornear. Yo lo que he hecho es engrasarlo con mantequilla y espolvorear un poco de harina.
Preparamos los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar para hacer el bizcocho. Pesamos la mantequilla y rallamos la piel de la naranja. Si queremos tener la harina ya tamizada ahora es el momento de hacerlo, o lo podemos tamizar cuando la necesitemos y así no usar tantos recipientes.
En el robot de cocina batimos la mantequilla, la ralladura de naranja y el azúcar hasta que esté espesa y cremosa.
Añadimos los huevos, uno a uno, a la crema anterior y mezclamos. Ya sabéis que a mí me gusta añadir una cucharada de harina junto al huevo para que la mezcla no se corte.
Agregamos la harina y el yogur a la mezcla anterior y batimos bien.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante 30 o 35 minutos. Suelo comprobar si está listo con un pincho o cuchillo, si sale limpio, lo saco del horno, si no, lo pongo unos minutos más.
Mientras el bizcocho se está haciendo vamos a hacer el jarabe o el almíbar. Lo primero, como siempre, es preparar los ingredientes, así que exprimimos el zumo de una naranja, damos unos golpes a las semillas de cardamomo para que liberen su aroma y sacamos la miel.
En un cazo a fuego lento cocemos los ingredientes hasta que la miel se disuelva y lo llevamos a ebullición durante 3 minutos sin remover. Apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco.
Cuando el bizcocho esté listo, lo sacamos del horno, lo pinchamos y dejamos verter el almíbar. Yo lo he colado ante de verterlo.
Presentación:
Lo podemos servir directamente o lo podemos dejar enfriar. Simplemente espolvoreamos un poco de azúcar glace.
Para acompañar a este rico pastel qué mejor que una infusión especiada compuesta de rooibos, canela, cardamomo y jengibre.
Bon appétit!!!