Bizcocho esponjoso de chocolate y cacahuete
¿Qué mejor que un desayuno o merienda con un bizcochito casero, saludable y con esta esponjosidad?
Si aún no te has animado con estos postres caseros, no telo pienses y ponte manos en la masa porque es súper sencillo y rápido disfrutar de estas delicias manteniendo bien lejos a la bollería ultraprocesada cargada de harinas refinadas, azúcar añadido, aceites hidrogenados, etc.
Además, te dejo estas dos opciones que seguro que también te encantan: si el chocolate y la naranja te encantan, si sustituyes el chocolate negro por blanco (sin azúcar), ya ni te cuento, así que corre a ver este bizcocho de naranja y chocolate blanco y, si no te apetece poner el horno, este de limón y yogur hecho en sartén es lo que andabas buscando.
¡Vamos a por esta receta tan rica!
Ingredientes (molde de 15 cm.)
110 gr. de harina de avena
100 gr. de leche
65 gr. de eritritol
15 gr. de cacao puro desgrasado
40 gr. de harina de cacahuete (triturando los cacahuetes hasta dejarlos con textura de harina)
7 gr. de levadura
2 huevos XL
2 cucharadas de aceite de oliva o de coco (unos 30 ml. aproximadamente)
1 cucharadita de postre de aroma de vainilla
1 buen puñado de cacahuetes pelados sin sal
1 pizca de sal
Opcional para decorar: proteína chocolate
Procedimiento:
Yo suelo tener siempre de esta de My Protein, pero si no tienes harina de cacahuete, basta con que tritures en el procesador cacahuetes tostados sin sal hasta tener una textura finita de harina.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
En un bol, mezcla las harinas, el cacao en polvo y la levadura y reserva.
En otro recipiente, bate los huevos junto con el eritritol hasta que la mezcla tenga un color amarillo blanquecino (así los bizcochos quedan muy esponjosos). Después, agrega el aceite, la leche y el aroma de vainilla y mezcla todo bien.
Cuando hayas mezclado los ingredientes húmedos, incorpóralos a la mezcla donde teníamos los ingredientes secos reservados. Mueve todo bien hasta tener una textura homogénea.
Pela los cacahuetes y, con un mortero, tritúralos un poco, pero no demasiado (que queden trozos grandecitos) y los añades a la mezcla del bizcocho.
La textura de esta mezcla no será muy líquida, pero tampoco un pegote que se queda en las barillas y no cae.
Cuando lo tengas, vierte la mezcla en un molde de silicona o, si tienes un molde normal, engrásalo antes con un poco de aceite o mantequilla.
Mete al horno a una altura media durante 25 minutos. Este tiempo puede variar dependiendo del horno, te aconsejo que a los 20 minutos le eches un vistazo para ver cómo va. Introduce la punta de un cuchillo o un palillo y, sabrás que está hecho cuando salga limpio.
Deja atemperar unos minutos, desmolda y deja enfriar en una rejilla.
Puedes decorar espolvoreando un poco de proteína de chocolate por encima o derretir chocolate negro con un poquito de aceite de coco y verterlo por encima o dejarlo tal cual.
Ya solo falta disfrutar de esta delicia y que me cuentes qué te ha parecido :)