Ahora la receta: la Pannacotta es un postre italiano cuyo nombre significa literalmente "nata (crema de leche) cocida". Es una mezcla entre flan y gelatina con sabor lácteo, muy dulce que podemos acompañar perfectamente de frutas rojas. Fue una de nuestras opciones como postre de boda, pero finalmente lo descartamos.
No es nada difícil de hacer, lo único es que le lleva un poco de tiempo solidificar. A ver que os parece
Ingredientes
500 ml de nata (crema de leche)
100 gr. de azúcar
mermelada (yo elegí de cerezas pero le pega cualquiera)
6 hojas de gelatina neutra
Elaboración
Ponemos la gelatina en remojo en agua fria. Ponemos en un cazo la nata (crema de leche) y el azúcar a fuego medio-bajo para que no se nos queme. Movemos para que se deshaga bien el azúcar y cuando llegue a ebullición añadimos la gelatina bien escurrida. Movemos para que la gelatina se deshaga bien.
Una vez deshecha ponemos la nata (crema de leche) en los moldes elegidos, rellenando sólo 2/3 de la capacidad. Nos reservamos una parte de la nata (crema de leche) en el cazo que dejaremos a temperatura ambiente, mientras que los que están en los moldes los llevamos a la nevera para que solidifiquen.
Una vez han solidificado bien (un par de horas) los sacamos y los preparamos para el relleno. Uno por uno y con ayuda de una cuchara les hacemos un hueco en el centro, que será donde pondremos el relleno. Esta es la parte más delicada. Lo que retiremos con la cuchara lo vamos poniendo otra vez en el cazo que teníamos reservado a temperatura ambiente.
Una vez los hemos preparado todos les ponemos la mermelada elegida en el hueco que hemos hecho, apretándola con cuidado para que se quede al mismo nivel.
Encendemos otra vez el fuego bajo y calentamos la nata (crema de leche) que nos quedaba en el cazo. Cuando los trozos que habiamos retirado de los moldes se haya deshecho apagamos el fuego y repartimos la nata (crema de leche) en los moldes, así cuando se solidifique del todo, la mermelada quedará en una especie de cápsula en el centro de la pannacotta. Los volvemos a llevar a la nevera y dejamos que solidifiquen bien.
Y ya está, para servirlos hay que desmoldarlos con cuidado. Son muy dulces pero es un postre muy rico. Para llevarlos a la mesa, les eché un poco de salsa de cerezas por encima y coroné con unas hojitas de hierbabuena. Espero que os guste... A disfrutar!!!