Y eso no es ni bueno ni malo, jajaja. Solo que en mi cabeza había visualizado algo y estos bocaditos de limón son más parecidos a unas rosquillas con forma de bolita. Así que, si te gustan las rosquillas y te gusta el limón, adelante. Porque estas bolitas de limón te encantarán.
A mí me gusta muchísimo el sabor del limón en repostería, buena prueba de ello es este bizcocho calado de limón
INGREDIENTES: Huevo: uno.
Leche entera: 4 cucharadas.
Aceite de oliva virgen extra: 4 cucharadas (más la necesaria para freír)
Azúcar blanca: 5 cucharadas (más la necesaria para rebozar).
Levadura química: un sobre.
Harina de trigo: la que admita.
Ralladura de dos limones.
ELABORACIÓN (tradicional):
Lava los limones, sécalos y ralla la piel.
En un bol, bate el huevo con la leche y el azúcar. Añade el azúcar y mezcla todo. Echa harina a cucharadas y la levadura hasta que quede una masa manejable, a la que le puedas dar forma con las manos. Yo utilicé 9 cucharadas de harina, pero puede que tu necesites más o menos.
En un cazo, calienta abundante aceite con un trozo de piel de limón. Cuando el aceite esté caliente, retira la piel del limón y empieza a freír bolitas del tamaño de una cereza, aproximadamente.
Ten en cuenta que los bocaditos crecerán bastante al freírse y que quedan más bonitos si no son muy grandes. Si el aceite está demasiado caliente, los bocaditos de limón se abrirán al freírse y quedarán un poco más feos.
Fríe los bocaditos de limón hasta que estén dorados. A medida que los saques de la sartén, déjalos escurriendo el exceso de aceite sobre un colador grande. Después rebózalos en azúcar, cuando aún estén calientes, y listos para comer
ELABORACIÓN de los bocaditos de limón (Thermomix): Lava los limones, sécalos y pélalos. Pon en el vaso la piel con el azúcar y tritura 10 segundos, velocidad progresiva 5-10.
Añade el huevo y programa 3 minutos, 37º, velocidad 5.
Echa la leche y el aceite y programa 5 segundos, velocidad 4.
Añade la harina a cucharadas y la levadura. Programa velocidad 3 sin tiempo hasta que veas que la masa es manejable, a la que le puedas dar forma con las manos. Yo utilicé 9 cucharadas de harina, pero puede que tu necesites más o menos.
En un cazo, calienta abundante aceite con un trozo de piel de limón. Cuando el aceite esté caliente, retira la piel del limón y empieza a freír bolitas del tamaño de una cereza, aproximadamente.
Ten en cuenta que los bocaditos crecerán bastante al freírse y que quedan más bonitos si no son muy grandes. Si el aceite está demasiado caliente, los bocaditos de limón se abrirán al freírse y quedarán un poco más feos.
Fríe los bocaditos de limón hasta que estén dorados. A medida que los saques de la sartén, déjalos escurriendo el exceso de aceite sobre un colador grande. Después rebózalos en azúcar, cuando aún estén calientes, y listos para comer