Ingredientes:
Galletas: esta receta con mitad de cantidades, cortadas con el cortador de 7 cm por su lado festoneado.
Lemon curd: podéis hacer esta receta o comprarlo, en Carrefour venden uno de Robertsons muy rico.
Merengue seco: (para unos 15 merengues)
90 g claras de huevo (3 claras de huevos medianos)
160 g icing sugar
En el robot de cocina totalmente libre de grasa (o no se montará bien), batir con varillas las claras a velocidad media (4 en Kitchen Aid) durante 3 minutos. Subir a velocidad media-alta (6 en Kitchen Aid) durante otros 5 minutos. Comenzar a añadir el azúcar a cucharadas mientras seguimos batiendo. Batir hasta que el merengue esté bien firme (en total, desde que comenzamos, unos 10 minutos).
Precalentar el horno a 80ºC.
Poner una Silpat en una bandeja plana de horno. Con papel de cocina es muy incómodo, porque se levanta detrás del merengue al retirar la manga.
Pasar el merengue a una manga con una boquilla nº 796. Ir formando los merengues, sosteniendo la manga en perpendicular a la bandeja, aproximadamente a medio centímetro de distancia, y apretando sin mover la manga, dejar de apretar y retirar suavemente: podéis ver cómo hacerlo en este vídeo (minuto 2:30 al 3:00).
Hornear durante 3 horas. Conviene abrir la puerta del horno cada 45 minutos aproximadamente para dejar que salga la humedad (el líquido evaporado de la clara de huevo), porque si hay mucha humedad quedan arrugados. Sacar del horno y dejar enfriar.
Pasar el lemon curd una manga con una boquilla lisa. Poner un poco de lemon curd (con la manga) en la parte inferior del merengue, para que se quede unido a la galleta, y rellenar luego el agujero.
Trucos / consejos / comentarios:
La idea la vi en este blog y, como me chifla la combinación limón+merengue, me la guardé en Pinterest hasta tener tiempo para hacerlo.
He utilizado mi receta de galletas decoradas porque están riquísimas: quedan entre pastas de té y galletas bretonas. Y compré el lemon curd en Carrefour, estaba muy espeso así que le añadí un poco de nata (crema de leche) líquida (de la de montar) y lo batí con palas planas a velocidad media.
Para el merengue seco probé primero con merengue suizo (en el que se calientan las claras con el azúcar antes de montarlas) y no me convenció el resultado. Con el merengue francés ha quedado perfecto.
Lo que me ha costado un poco es que me quedaran bien los merengues: algunos se me cerraban por dentro. En estos casos retiraba luego el exceso de merengue con el reverso de una cucharilla.
El resultado es una delicia: la mezcla de texturas y sabores (ácido del limón y dulce del merengue) es maravilloso. Espero que las hagáis y os gusten tanto como a nosotros
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