Por casualidades de la vida, estoy conociendo a gente con intolerancia o alergia a la lactosa y me hace pensar mucho en cómo adaptar ciertas recetas. Así que los bollitos de leche de hoy, no sólo llevan aove para sustituir la mantequilla y hacerlo más saludable, sino que llevan leche sin lactosa para que se pueda degustar esta delicia de obrador con todo el sabor de siempre. Son súper esponjosos... palabra! Los llevé a la oficina porque una chica tiene alergia de este tipo y bueno, no podéis imaginar su reacción. Le fascinó y me comentó que le encantó, que los rellenó de nata (crema de leche), sin lactosa, y se sintió como una niña pequeña. Con esas cosas me quedo y le doy sentido a todo lo que hago. Mi objetivo no es otro que endulzar de una u otra manera la vida de las personas que tengo a mi alrededor mientras voy aprendiendo técnicas, recetas y nuevas propuestas.
Me gustan los retos y me encanta ver y probar cómo se pueden adaptar recetas que son iguales en resultado que otras. Ya lo hice con algunas veganas y pienso seguir versionando más veces. Esta receta es adaptada de la blogger Montes Manzana y Canela. Pasemos a cocinas!
Ingredientes: Para 10 unidades
- 450 grs. harina de fuerza
- 1/2 cdta. sal
- 25 grs. levadura fresca
- 50 grs. Aceite de oliva virgen extra D.O. Sierra Mágina
- 50 grs. azúcar
- 250 ml. leche sin lactosa
- huevo para pintar y azúcar perlado para decorar
Preparación: En primer lugar añadimos la harina, el azúcar y la sal al bol de nuestro robot de cocina y hacemos un volcán.
Agregamos en un vaso la leche y el aceite. Lo templamos ligeramente, unos segundos en el microondas. Que esté más bien tibio para disolver ahí la levadura.
Vertemos este líquido mientras vamos amasando. Amasamos unos 10 minutos hasta que nos quede una masa suave y elástica, tipo brioche.
Boleamos y ponemos en un bol engrasado con aceite cubierto con film transparente. Dejamos levar hasta que doble el tamaño. A mí me tardó unas dos horas.
Luego dividimos en porciones de 80 grs. Estiramos las bolitas con el rodillo quedando la masa tipo rectángulo, hacemos 3 cortes a lo largo de la mitad inferior y enrollamos desde la parte sin cortes. Dejamos levar separados en bandejas con papel vegetal hasta que vuelvan a doblar el volumen.
Pintamos con huevo, decoramos con azúcar perlado y horneamos unos 15 minutos a 200 grados. Retiramos nada más se vean dorados. Dejamos enfriar en una rejilla y...listo para comer tal cual, rellenos, con algo salado...lo que queráis!
Al ser bollería, se van endureciendo de un día para otro, como el pan, así que si no lo vais a comer en el mismo día podéis congelarlos. Los envolvéis individualmente en papel film y luego en una bolsita y los tendréis frescos para cuando queráis ;)
Espero que os haya gustado la receta. Entramos así en marzo, con ilusión y muchas ganas de hacer cosas nuevas aunque me gusta siempre volver a la esencia, a los bizcochos caseros, a la tradición y a nuestras raíces.
Os animo a probar esta versión de los bollitos de leche, son iguales a los de siempre y podemos alegrar la vida a personas con esta intolerancia. Además que ha sido hacerlos...y no han durado nada!
Vuelvo pronto con más recetitas. Un saludo muy dulce!
Maribel García