Que llueva, que llueva,
la Virgen de la Cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan.
¡Que sí, que no!,
¡que caiga un chaparrón!.......
Un día como el de hoy, con un cielo gris plomizo, sin nubes, pero que va dejando caer una lluvia pausada, lenta; un cielo que va descargando en nuestros campos, en nuestras calles ése agua de esperanza, agua de vida, con un caer que arrulla mis oídos, que me hace soñar y que sin querer me hace sentir una paz interior.
Los días de lluvia todo parece detenerse, las calles se encuentran vacías, las paredes de las casas se ven empapadas soportando los rigores de la tan ansiada lluvia, el verdor de los árboles y de las plantas se acentúan, se limpia el ambiente y siento emoción ver los paisajes, escuchar de llover, inclusive caminar bajo la lluvia, incluso observarla desde la ventana?.es relajante y nuevamente el ruido de las gotas de lluvia al caer me trasladan a mi niñez.
Las puertas de las humildes casas de pescadores casi todas tenían de obra una guía para meter la madera que soportara la ?riá??.llovía con fuerza, subía el nivel de la mar y los riachuelos secos, llenos de cañas que casi sin darnos cuenta, poco a poco se iban llenando de agua torrentera, de lodo, arrastrando piedras y anegando las calles con aguas bravas, de un color marrón rojizo, que más que agua eran grandes riadas.
Nuestra casa, con grandes escalones, siempre se libraba y desde el gran ventanal, transcurrian los días sin poder salir a jugar; las aguas buscaban la mar, las calles sin asfaltar se iban secando dia tras días, dejándonos grandes charcos y barrizales, para saltar en ellos, para salpicarnos, para jugar y disfrutar a tirar piedras. Bendita lluvia que nos acompañaba, en esos días oscuros y lánguidos, a jugar en casa con los recortables, a leer, a los cromos dando palmetadas sobre el suelo, a bordar o coser vestiditos para las muñecas; hasta que se podía salir a los charcos con las botas de agua, aquellas botas negras, con las que se saltaba una y otra vez, con risas, gritos y alegría a pesar de los días grises y de la lluvia.
Hoy en dia aún me invitan a saltar en los charcos, voy por la calle y los piso, ?chapoteo? con mis zapatos aunque sean ta tacón, pero que también me invitan en ?Mi cocina? a encender el horno, a preparar dulces, bizcochos, a seguir haciendo mis pinitos en el arte de hacer pan, incluso como en ésta ocasión, unos bollitos de leche. Ideal para las tardes dulces, melancólicas de los grises y lluviosos días otoñales, a los que tan poco estamos acostumbrados los malagueños y que por ello muchas veces, quizás, añoramos.
La receta la copié de Cristina, autora de un magnifico blog, con una fotografía realmente espectacular. Kanela y Limón y aunque quedaron riquisimos, quizás por mi falta de experiencia o el al amasarlos manualmente, no me quedaron tan jugosos interiormente....pero todo se andará.....
Para prepararlos:
Seguí sus pasos, pero puse la mitad por mitad de cada uno de sus ingredientes (era demasiada cantidad para mis primeros bollitos). Un vaso de leche condensada, el mismo vaso de agua templada, 50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, tres huevos medianos, 25 gramos de levadura fresca (suelo comprarla en Mercadona), una cucharadita pequeña de sal, 500 gramos de harina de fuerza, un huevo para pintar los bollos.
Como hacerlos: En un bol echar la levadura disuelta en el agua templada e incorporar la leche condensada, meclando bien.
Añadir tres huevos ligeramente batidos y la mantequilla, incorporando la harina con la sal. Amasar todos los ingredientes juntos, durante quince o veinte minutos y formar una bola. Dejarla levar, tapando el bol con un paño húmedo, en un lugar cálido, hasta que doble el volumen.
Separar porciones de 80-90 gramos, formar bollos y colocarlos en una bandeja (del horno), sobre papel de hornear dejándolos levar nuevamente.
Pintar con huevo e introducir en el horno previamente calentado a 180º C durante unos quince minutos aproximadamente (depende del horno).
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Y disfútenlos en un dia de lluvia, escuchando las gotas caer, con una taza de un buen café o de un recostituyente té.......