Se trata de una emulsión que antiguamente se machacaba en mortero en la que se monta, como una mayonesa, el bacalao junto con el aceite.
Hoy en día existen como en otros muchos platos algunas variantes. Por ejemplo hay quien hierve ligeramente el bacalo en agua mientras otra opción, que es la que hemos elegido, opta por confitarlo en aceite de oliva.
A la hora de triturarlo tambén existen variantes ya que algunos le añaden leche, otros nata (crema de leche) líquida para dar más cremosidad y también se le puede agregar un poco de patata cocida. Ya os lo dejamos a vuestro gusto.
Ahora os presentamos como la hemos elaborado nosotros.
Ingredientes:
500 gr. de lomos de bacalo desalado
Aceite de oliva virgen extra
4 Ajos
1 Guindilla
60 ml. Nata (crema de leche) líquida
1 Patata pequeña
Perejil
Elaboración:
En un cazo ponemos el aceite de oliva y añadimos la guindilla y los ajos. Calentamos hasta que éstos se doren. Retiramos y dejamos 8 ó 10 minutos para que el aceite se infusione.
Mientras aprovechamos para cocer la patata en agua hirviendo. Cuando pichemos con un tenedor y veamos que ya está tierna retiramos del fuego, trituramos y hacemos la hacemos puré. Reservamos.
Luego colamos el aceite e introducimos los lomos de bacalao. Cocinamos a fuego mínimo durante unos 10 minutos hasta que veamos que empiezan a separarse las lascas. Se trata de confitarlo y no de freirlo para que no nos quede muy hecho ni se reseque. Retiramos del fuego y escurrimos reservando el aceite.
Ahora cogemos el vaso batidor o robot de cocina y echamos el bacalao y la patata cocida. Comenzamos a triturar y vamos añadiendo el aceite infusionado con los ajos en forma de hilo poco a poco ya que nuestro objetivo es crear una emulsión. A continuación le echamos un chorrito de nata (crema de leche) líquida y volvemos a triturar hasta que obtengamos una crema suave y homogénea. Comprobamos el punto de sal.
Guardamos la brandada en la nevera hasta que vayamos a servirla. Sacamos y ponemos los ajitos por encima y espolvoreamos con perejil
Se puede degustar como aperitivo con unos palitos de pan o echar sobre unas tostadas, en tartaletas o canapés pero también se utiliza como relleno en otras elaboraciones como pueden ser unos canelones o rellenar unos pimientos del piquillo entre otras.