En casa se come desde hace años al vapor o rehogado con unas patatitas pero hemos estado investigando un poco y admite un montón de preparaciones para que no podamos aburrirnos de el. Todavía no nos hemos metido con las preparaciones en crudo pero, todo se andará.
Esta receta es sencilla, rápida de hacer y está exquisita. No dejes de probarla!
Ingredientes:
1 brócoli,
1 limón,
12 almendras,
1 nuez de mantequilla,
2 cucharadas de aceite,
Sal y pimienta.
Para esta preparación recomendamos lavar primero bien el brócoli y prescindir de la parte más dura del tronco.
En una cazuela, ponemos dos dedos de agua con algo de sal en el fondo y los arbolitos de brócoli. Cerramos la cazuela y lo cocemos, prácticamente al vapor, hasta que esté en el punto que nos gusta. No temáis dejarlo demasiado crudo, con un punto de crujiente queda muy bien.
Mientras tanto, troceamos groseramente nuestras almendras y rallamos la piel del limón (solo la parte amarilla).
Exprimimos medio limón y lo mezclamos con una cucharada de agua.
En una sartén ponemos el aceite de oliva suave o girasol y la nuez de mantequilla. En cuanto empiece a estar líquida la mantequilla, añadimos las almendras troceadas y les damos unas vueltas hasta que estén doradas. Añadimos después, en caliente pero ya fuera del fuego directo, la ralladura de limón y el zumo con el agua y mezclamos todo bien.
Colocamos el brócoli en la bandeja o el plato en el que vayamos a servirlo, le ponemos por encima una pizca de sal y pimienta y un par de cucharadas de la salsa de limón y almendras que hemos hecho.
Este plato se puede servir caliente, templado e incluso frío. A cualquier temperatura resulta una preparación muy agradable.