Lo que sí puedo decir es que en Mallorca es un plato que se hace habitualmente y con distintos rellenos.
En esta receta que hoy publicamos están simplemente rellenos de sus recortes y de verduritas, y quedan realmente exquisitos.
Ingredientes:
12 calamares pequeños.
1 cebolla.
1 pimiento.
1 tomate.
2 cucharadas de concentrado de tomate.
1 vaso de jerez seco y 1 vaso de caldo.
harina, sal y pimienta.
laurel, azafrán y aceite de oliva.
Empezamos por limpiar nuestros calamares y quitarles las aletas y tentáculos que reservaremos aparte.
En una sartén amplia ponemos 3 cucharadas de aceite de oliva y vamos haciendo un sofrito con la cebolla, el pimiento y el tomate cortados bien pequeñitos. Cuando las verduras vayan perdiendo su tersura, añadimos las aletas y los tentáculos, también bien picaditos pero teniendo la precaución de guardar algunos enteros para adornar en el emplatado.
Cuando la mezcla de la sartén esté bien cocinada y suficientemente seca, salpimentamos y cogemos dos terceras partes de ese sofrito para ir rellenando los cuerpos de los calamares. No debemos rellenarlos demasiado porque al contraerse con el calor expulsarían parte del relleno. Los cerramos con un palillo, los enharinamos y los reservamos.
Ponemos de nuevo a calentar esa tercera parte del sofrito que habíamos dejado en la sartén, le añadimos el vaso de vino blanco y el de caldo (que puede ser de verduras o de pescado), las dos cucharadas de concentrado de tomate, unas hebras de azafrán tostadito, una hoja de laurel y dejamos cocer a fuego mientras freímos los calamares.
En otra sartén ponemos unas cucharadas de aceite y vamos friendo en el nuestros calamares rellenos hasta que cojan color pues, cuando los tengamos todos fritos, los introduciremos en la salsa y allí terminarán de cocinarse durante 1 hora a fuego muy lento.
Después de que cuezan durante 1 hora es el momento de probar la sazón de la salsa y rectificar de sal, si es necesario. También podemos decidir si pasamos nuestra salsa por una batidora, yo suelo hacerlo si tengo invitados, o la dejamos así.
Se sirven bien calentitos sobre una cama de arroz para poder recoger toda la salsita y acompañados por unos tentáculos, esos que habíamos reservado, bien crujientes. Es decir, recién enharinados y fritos.
Este es un plato laborioso y que lleva un cierto tiempo así que, en la mesa, aceptad orgullos@s y con una gran sonrisa todos los cumplidos de los comensales, os los habéis ganado! :-D