Tras varios años dedicada a viajar por el mundo con mi faceta cookies, desde hace unos meses he vuelto a vivir en mi país y a dedicarme a mi carrera original. He vuelto a trabajar como médico y no logro encontrar el momento para ponerme a hornear y decorar. ¡Y lo estoy echando mucho de menos!
Como por ahora no tengo tiempo para hacer encargos, intento mantener mi actividad galletera al menos para ir haciendo cositas que me apetezcan. Aunque me pase como con estos pajaritos, que parecía que no iba a terminar nunca: decorarlos me llevó casi una semana.
Estrené este maravilloso cortador con la idea de hacer unos pájaros de colores otoñales y bonitos. No me tuve que complicar mucho para conseguirlos porque tengo los preciosos colores de Rainbow Dust: el púrpura y el verde oliva son tan cual salen del bote. El rosa y el anaranjado sí los trabajé un poco más para que fueran tonos acorde con los otros.
El detalle de las plumas lo hice rascando cuidadosamente con un punzón. Para hacer este efecto tan bonito es totalmente imprescindible tener un icing perfecto, duro y brillante, y con un poquito de pulso podemos hacer todo lo que se nos ocurra. Si os fijáis, veréis que el punzón es más grueso de lo normal. Lo compré por error en Amazon y ahora se ha convertido en un must para mí.
lo podréis ver en vivo, pero en resumen el proceso fue algo así -lo siento por la falta de luz, pero las galleteras somos aves nocturnas-:
¿Os gustan? A mí me dio mucho gustito hacer estas galletas después de tanto tiempo. Ahora tengo otros dos sets preparados para decorar; con un poco de suerte espero acabarlos pronto.
Estos días me he acordado mucho vosotras, galleteras que trabajáis fuera de casa, en casa y además hacéis esas pedazo de galletas. Aún no entiendo cómo lo lográis.
¡Me río yo de Wonder Woman, una floja a vuestro lado!