El plato de hoy es una nutritiva delicia que gustará a todos. Si tenéis niños podéis suprimir los pimientos (no les suelen gustar, por lo menos a los míos cuando eran pequeños) y dejar el relleno simplemente con el atún, el tomate y el huevo duro.
En lugar de la carne, esta vez el atún es el protagonista y para hacerlo más sabroso se utiliza el atún en escabeche.Sorprended a los vuestros con un buen plato único a la altura de su apetito.
Para 6 personas:
18 placas de canelones
1 cebolleta
300 g de atún en escabeche
7 cucharadas de salsa de tomate casero
2 huevos duros
1/2 pimiento rojo
1 pimiento verde
3 cucharadas de aceite de oliva
queso rallado
sal y pimienta
Para la salsa bechamel:
600 mL de leche
3 cucharadas de harina
3 cucharadas de aceite
un trocito de mantequilla
sal
Se dejan las placas de canelón en remojo en agua salada mientras preparamos el relleno.
Se pone el aceite en una sartén y se añaden los pimientos troceados y la cebolleta picada. Se rehogan unos 8-10 minutos.
Se añade el atún escurrido y desmenuzado y los huevos duros picados, se salpimenta y se continúa la cocción 3 minutos.
Se incorpora la salsa de tomate y se remueve bien la farsa. Se deja un par de minutos más.
Se pone un paño de cocina limpio en la encimera y se colocan las placas encima escurridas del remojo.
Se cubre con otro paño y se secan por encima.
Se reparte el relleno con una cucharita en las placas, se enrollan formando los canelones y se colocan sobre una fuente de horno.
Se prepara la salsa bechamel. Se derrite la mantequilla en un cazo o sartén, se incorpora el aceite y se añade la harina. Se deja que se tueste, removiendo con una cuchara de madera y formando una bola de masa ligada. Es muy importante este paso, pues si no se liga bien la harina, la bechamel sabe a harina cruda.
Se vierte la leche, de poco en poco y sin parar de remover. Se sala y se deja más bien clarita.
Se vierte la bechamel sobre los canelones, se espolvorean con queso y se gratinan en el horno hasta que se dore el queso.