Las legumbres son las protagonistas de muchos de los platos de cuchara de nuestra cocina y han de ser una parte importantísima de nuestra alimentación.
Las legumbres han sido la elección de la anfitriona de este mes, Mar entre fogones.
Yo tengo un problema con las legumbres porque, salvando las habas y los guisantes, que no lo parecen, solo tolero los garbanzos. Y las recetas clásicas con garbanzos, como el cocido madrileño que es un must en nuestra casa o el potaje de vigilia, que me encanta, ya están publicadas en este blog.
De modo que tuve que estrujarme un poquito la cabeza para encontrar una receta de garbanzos TS que pudiera usar para participar en este reto.
Por fin, decidí usar los garbanzos que habían sobrado del codido del fin de semana, para hacer estas cazcuelitas de garbanzos con espiancas, de forma parecida a la ropa vieja.
receta de las cazuelitas de garbanzos con espinacas
200 g de garbanzos cocidos
Puedes usar los que te hayan sobrado del cocido, como hice yo, o los que venden en conserva. También puedes cocerlos ex profeso para la receta. En ese caso, recuerda ponerlos en remojo la noche anterior con abundante agua salada.
100 g de espinacas frescas
2 dientes de ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce o picante, según tu gusto.
1 cebolla pequeña
sal
aceite de oliva
Si vamos a usar garbanzos secos, como ya he comentado, tenemos que ponerlos en remojo la noche anterior con abundante agua y sal.
Lavamos los garbanzos y los cocemos: en olla rápida, 20 minutos -o lo que marque vuestra olla-, en olla tradicional, al menos una hora.
Tienen que quedar tiernos porque luego no van a cocer más.
Si usamos garbanzos ya cocidos (bien sean de bote o restos de otra receta), cuidaremos de que estén bien escurridos.
En una sartén, echamos 2 cucharadas de aceite de oliva y, cuando esté caliente, sofreímos los ajos enteros y sin pelar, solo con un pequeño corte para que suelten su aroma.
Cuando empiecen a estar dorados, incorporamos las espinacas bien lavadas y secas y dejamos saltear durante 10 minutos, aproximadamente, hasta que estén tiernas.
(Si lo prefieres, puedes hervir las espianacas previamente o usarlas congeladas)
Retiramos de la sartén y reservamos.
Añadimos la cebolla picada bien fina.
Yo soy muy maniática con la cebolla, prefiero picarla con la picadora.
Cuando empiece a blanquear, retiramos del fuego y echamos el pimentón. Removemos para que se integre con la cebolla, incorporamos los garbanzos cocidos y volvemos a poner al fuego bajo durante 5 minutos.
Si vemos que se queda muy seco, podemos echar un poco de caldo o de agua, un par de cucharadas, no más.
Volvemos a echar las espinacas reservadas, damos un último hervor y servimos caliente.
Como veis, no es una receta nada complicada que se puede preparar en menos de media hora, que nos permite aprovechar los restos de otras recetas y, además, que nos viene estupendamente para llenar el táper de la oficina. Nutritiva, nada pesada y deliciosa, ¿podéis pedir más? Lo dudo ;)
Ya sabéis que las legumbres son súper importantes en nuestra dieta, ¿no? Pues vamos a pasarnos por el blog de La cocina typical spanish para ver si nos dan más ideas de cómo prepararlas, que parece que aún nos quedan días fríos por delante.
Otras recetas con legumbres de este blog:
Hamburguesas veganas (garbanzos y calabacín). Una forma difrente de comer garbanzos, especial para el verano.
Ensalada de habas tiernas con vinagreta de mostaza.
¡Feliz jueves!