No me digáis que no estáis hartos de ir a un bar, de coger la carta de raciones y ver siempre las mismas cosas: sepia a la plancha, chopitos, calamares, oreja, bravas, salchipapas... Sólo de leerlo se me quitan las ganas de comer... ¿es que a nadie se le ocurre hacer algo diferente, por Dios?
Pero ya tengo asumido que pocos bares modernitos triunfan, al menos en mi pueblo, porque tengo la teoría de que a los españoles lo que nos gusta es comer con los ojos y que nos pongan mucho, da igual si es fritanga o lo que sea. Y como ejemplo os pongo el de un bar que hay al lado de mi casa donde ponen unos aperitivos enormes, no aptos para gente a dieta (a no ser que sigáis la dieta Atkins) y siempre, siempre está hasta la bandera. No falla. En cambio he podido ver con tristeza como bares donde lo que primaba era la calidad del producto cerraban por falta de clientela.
Y con esto no quiero decir que de vez en cuando no me apetezca una orejita a la plancha churruscadita o unos buenos calamares, pero dice el refrán que en la variedad está el gusto, ¿no?
Aún así yo sigo con la ilusión de que esto cambie, es más, ya hay sitios de cocina creativa que me gustan mucho y espero que muchos copien la idea.
Y para demostraros que ser original no es tan difícil, ni tan caro, os he preparado un rico ceviche de atún (my style, eso sí) inspirado en el del BBQ de Aguadulce, que espero que os guste.
CEVICHE DE ATÚN
Para 2 personas:
1 filete de atún; 2 limas; 1 limón; 1 naranja;
1 cebolla morada; 2 dientes de ajo; 1 puñado de tomates cherry;
1 pimiento verde pequeño; 1 trozo de pimiento rojo;
Unas ramitas de cilantro fresco; 1 trozo de jengibre fresco;
1 trozo de guindilla o cayena (la receta original lleva ají);
(si no os gusta el picante, podéis quitarlo)
Sal; Pimienta Negra recién molida.
Es importante tener en cuenta que, al ser un plato crudo, hay riesgo de que el pescado tenga anisakis, por lo que es conveniente congelarlo varios días antes (mínimo 48 horas) antes de consumirlo. A la hora de descongelarlo, lo haremos siempre en la nevera sin romper la cadena del frío.
Una vez descongelado, limpiamos el filete de atún de espinas y lo cortamos en cuadraditos. Reservamos.
Exprimimos un limón (dicen los expertos que ha de hacerse a mano) en un bol y media naranja (también a mano), colamos el jugo y se lo añadimos al atún. Dejamos macerar unas dos horas.
Mientras tanto, en el robot picador (yo lo he picado todo finito pero podéis hacerlo en juliana o en bastones por ejemplo), ponemos todos los ingredientes. Previamente yo suelo poner la cebolla y el ajo en agua con hielo unos diez minutos, es un truco que aprendí que hace que su sabor sea más suave y a la vez sean más digestivos (funciona). Añadimos la guindilla o cayena sin las pepitas (también podemos usar tabasco), y por último salpimentamos. Picamos todo durante unos segundos y sacamos la mezcla a un bol donde lo aliñaremos con el jugo de las dos limas (también exprimidas a mano) y la otra media naranja. Probamos, por si hubiese que rectificar de sal y dejamos macerar una horita.
Sacamos el atún que teníamos macerando con el zumo y lo escurrimos. En último lugar lo mezclamos con las verduras, removiendo bien para que se integren bien los sabores y dejamos macerar todo junto otras dos horas como mínimo.
Servimos con cilantro picadito por encima y disfrutamos de este manjar rico, sano y refrescante.
El ceviche (para los que no hayáis oído hablar de él) es un plato de origen peruano elaborado a base de pescado crudo macerado en cítricos. Se puede elaborar con cualquier pescado (mejor si es blanco), marisco o incluso en perú lo hacen con pollo (aunque a mí con eso de la salmonella me da no se qué). El original lleva cualquier variedad de ají (especie de guindilla), pero si no lo encontráis, no os atrevéis o no os gusta demasiado el picante, como es mi caso, podéis sustituirlo por otro ingrediente menos "peligroso", como la cayena, guindilla fresca o incluso unas gotitas de tabasco.
Es un plato que queda fenomenal para servir como entrante o incluso en vasitos en cenas informales de picoteo.
Espero que os haya gustado
¡Hasta el próximo post!