Buenos días, la receta de hoy bien nos podría servir como guarnición para acompañar alguna carne, aunque servida con unos huevos fritos o escalfados estos champiñones quedarían muy bien como un primer plato.
Es una receta sin ninguna complicación y que te puede solucionar cualquier imprevisto o cena que se te presente. En media horita la tenemos preparada y lista para consumir.
Si compramos los champiñones laminados nos ahorramos de cortarlos y ganamos tiempo, aunque yo prefiero comprarlos enteros. También podemos emplear champiñones enlatados aunque siempre te van a quedar mas ricos los frescos. De cualquier manera preparenlo y disfruten del plato.
Ingredientes:
400 grs. de champiñones frescos.
1 cabeza de ajos.
1 buen manojo de perejil.
Un poco de pimentón dulce o picante, como mas os guste.
1 copa de vino oloroso.
1/2 cucharada de harina.
Un poco de pimienta molida, si hemos optado por el pimentón dulce.
Aceite de oliva virgen extra.
1 hoja de laurel y sal .
Elaboración:
Lo primero que haremos sera limpiar bien los champiñones bajo el grifo y secarlos bien, o con un paño quitarles bien toda la tierra que traigan. Reservamos.
Ponemos en un perol el aceite y añadimos los ajos cortados pequeñitos con el perejil.
Casi a la par echamos la cucharada de harina.
Cuando empiecen a cambiar de color los ajos apartamos un poco del fuego y echamos el pimentón, el vino y un poquito de agua, que aunque no es necesario porque los champiñones sueltan mucha yo siempre añado un poco a la par que el vino.
Añadimos los champiñones, la pimienta molida, la hoja de laurel y la sal, removemos de vez en cuando hasta que se pongan tiernos y apartamos.
Espero que os guste.